Decenas de jóvenes pertenecientes al movimiento Reconocido participaron en una jornada de oración frente al Palacio Nacional para pedirle al presidente de la República Danilo Medina que solucione el problema que afecta a los dominicanos de ascendencia haitiana.
Recordaron que están a la espera de la promesa que hiciera en el mes de abril el Vice-Ministro de la Presidencia Henry Molina, quien se solidarizó con su causa y les prometió dar curso a sus demandas.
Por otro lado, la organización aplaudió la rendición de cuentas del Presidente de la JCE, Roberto Rosario al Senado y Cámara de Diputados: “Los 22 mil casos que, según el presidente de la JCE no existían realmente, sí tienen nombres y rostros, por lo que no son 4 mil casos como indicó Rosario. Más aún, son más porque se debe tomar en consideración los niños nacidos luego del 2007 no declarados por sus padres afectados por la R12, y que la persona no sabe que es afectada hasta que solicita su documento de identidad en la oficialía o JCE”, dijo uno de los voceros. Insisten que el Presidente de la JCE, Roberto Rosario, no cumple con las sentencias de Amparo dictada por los tribunales, que le ordenan la entrega de los documentos a los afectados.
Los integrantes de este movimiento solicitaron al presidente Medina la destitución del cargo y sanción disciplinaria al Presidente de la JCE, conforme la Constitución y las leyes, por considerar que tiene un gobierno paralelo y unipersonal desde la JCE.
Los jóvenes también alabaron la iniciativa de ley sometida al Congreso por los diputados Alexis Isaac Jiménez y Agustín Mercedes Moscat, entre otros, así como al anteproyecto de ley que presentará la sociedad civil, solicitando a la JCE la eliminación de la R-12.
Expresaron que esta práctica ilegal ha sido denunciada recientemente en los informes sobre Derechos Humanos 2012 de Amnistía Internacional, del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y por el Quinto Encuentro Regional de Migración y Movilidad Humana, al que asistieron en nuestro país obispos y religiosos de América Central, el Caribe, México y Estados Unidos.
La jornada de protesta fue denominada “Oración por los derechos”, e incluyó un encuentro ecuménico donde se realizaron plegarias para la solución de este problema.
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