Disney viene con su propio servicio de ‘streaming’, y esa no es una buena noticia para Netflix, aunque sí en cambio para el público que verá un aumento de la competencia en este sector, y por consiguiente, podría tener acceso a mejores precios.
El anuncio de que Disney retirará de Netflix todas sus películas, incluyendo las producciones Pixars y la saga de ‘La Guerra de las Galaxias’ era algo que se veía venir, puesto que hace precisamente un año, la empresa anunció la adquisición del 33% de las acciones de BamTech, un servicio de ‘streaming’ por suscripción creado por las Grandes Ligas de Baseball.
En aquel entonces se dijo que BamTech colaboraría con ESPN en el lanzamiento de un servicio de streaming ‘multi-sport’ que incluiría la descarga en directo de eventos deportivos regionales, nacionales e internacionales, así como diversas producciones de contenido.
Sin embargo, todo el mundo sabía que era cuestión de tiempo para que la misma estrategia de negocios fuera aplicada a Disney, y no en exclusivo a una de las empresas (ESPN) filiales de la corporación.
Es decir, conscientes de la dura competencia que se le venía encima, desde hace algún tiempo Netflix ha venido ampliando el rol que la empresa viene jugando en términos de la producción y distribución de series de televisión, películas y documentales.
Es probablemente por eso que la entidad, que en el pasado dependía del exclusivo y limitado servicio de ‘streaming’ o descarga de contenidos digitales producidos por otras empresas, está cada vez más cerca de convertirse en un importante estudio cinematográfico, según la tradicional interpretación del término.
Por lo tanto, para cuando las películas de Disney salgan de la programación de Netflix en poco más de un año (a finales del 2018), la empresa deberá estar en una mejor posición para hacer frente al embate.
Nadie dice que será fácil, y demasiado hay en juego para que así sea –se espera que el mercado de video ‘streaming’ crezca de un estimado de 30.29 mil millones el año pasado a 70 mil millones en el 2021.
Así que, aunque esto es solo el comienzo, y Netflix no puede por ahora ni siquiera compararse con un gigante del negocio del entretenimiento como Disney, por el momento y aun sea en un solo sector –el servicio de video streaming– Netflix al menos le lleva la delantera.
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