El Presidente de la República y aspirante a la reelección por las organizaciones que conforman la coalición Bloque Progresista pidió este viernes a los congresistas que prioricen la aprobación de los proyectos de Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas y el de Ley Electoral debido a que contribuirán significativamente al fortalecimiento de la democracia dominicana.
Danilo Medina consideró que los senadores y diputados pueden discutir esas iniciativas, una vez concluya el proceso electoral con la celebración de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales fijadas para el próximo 15 de mayo.
Sostuvo que se requiere contar con legislaciones que garanticen la vigencia de las reglas del juego de los partidos políticos y también de los procesos electorales.
Dijo que, indudablemente, la República Dominicana ha elegido el camino de hacer que los intereses de las grandes mayorías y las políticas de bienestar sean tan irrenunciables dentro del discurso público, como lo son hoy la democracia o el derecho a la propiedad.
Medina emitió esas consideraciones durante el discurso que pronunció en el acto inaugural de la reunión de la Internacional Socialista que se celebra en Santo Domingo y concluye este sábado.
Al referirse a los proyectos de Ley Electoral y de Partidos y Agrupaciones Políticas que llevan años en discusión en el Congreso Nacional, dijo: “Si me lo permiten, quisiera aprovechar este encuentro para solicitar públicamente a nuestros congresistas que prioricen la aprobación de estas iniciativas una vez haya concluido el proceso electoral”.
El Jefe del Estado y aspirante a la reelección aseguró que su aprobación contribuirá a que el país pueda dar ese sustancial paso adelante en la consolidación democrática.
Dijo que los partidos progresistas de América Latina, como el caso del de la Liberación Dominicana (PLD), tienen por delante desafíos en la dirección de consolidar y ampliar las conquistas sociales que han sido alcanzadas en materia de reducción de la pobreza y la desigualdad social.
Tenemos tanto retos del pasado por superar como nuevos desafíos, agregó, a los que debemos adaptarnos rápidamente, y el primero es el de seguir combatiendo la pobreza y la desigualdad durante la siguiente década.
Destacó el hecho de que Latinoamérica ha demostrado que tiene capacidad para innovar, crecer y llevar nuevas oportunidades a su gente.
Observó que no basta con haber sacado a millones de ciudadanos de la pobreza y avanzado a grandes pasos en la creación de Estados de bienestar, tras reconocer que se ha comprobado que la salud, la educación, la vivienda y el trabajo son derechos que solo se pueden lograr dentro del marco democrático.
Precisó que la anterior ha sido la razón fundamental por la cual las grandes mayorías han llegado a la política latinoamericana para quedarse, como una realidad histórica que va más allá de los ciclos electorales.
En caso de la gestión gubernamental que encabeza desde el 16 de agosto del año 2012, dijo que los esfuerzos del gobierno se han orientado en la dirección de ampliar la cobertura y la calidad de la educación, el mejoramiento significativo de la salud pública, incentivos a planes de viviendas sociales y el incremento del sistema de protección social.
El mandatario refirió también la creación de condiciones para generar empleos decentes.
“No podemos sentarnos y descansar, pensando que lo logrado está garantizado. A decir verdad, desde una perspectiva histórica, el Estado del bienestar es una creación moderna y no faltan quienes ya quieren verlo desaparecer. Es más importante que nunca, defender todo lo logrado para las grandes mayorías de nuestra región”, expresó.
Agregó que por eso resulta crucial para el bienestar de los dominicanos y las dominicanas que se siga trabajando para alcanzar nuevas conquistas sociales.
Medina sostuvo que en la actual coyuntura en que se vive, la actividad política se requiere más que nunca, por lo que también lo son las agrupaciones políticas, a fin de que sirvan para articular la voluntad y las ideas de millones de ciudadanos.
Son necesarios (los partidos), agregó, para recuperar la idea del bien común, de comunidad de pensamiento y de acción conjunta por el desarrollo y la justicia.
Sin embargo, señala que para que puedan ejercer este papel, los partidos también deben transformarse y sino también los gobiernos y la totalidad de las instituciones democráticas”.
Indicó que los partidos no pueden dejar que los proyectos personales o el clientelismo se apoderen de su verdadero propósito ni permitir que sus miembros violenten sus propias reglas.
Observó que la peor consecuencia de la corrupción es que, al hacerse cultura, se convierte en normal esa forma malsana de propiciar la movilidad social.
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