21/12/2024
Otras Voces

Cuando el fervor se disipa

El Poder obnubila. Los efectos de la obnubilación se manifiestan de manera crónica en quienes no logran asimilar con claridad que en la vida hasta los gobiernos pasan. Quien un día llega, después de un larguísimo recorrido, sobrellevando estadios económicos y mentales de precariedad, se cree protagonista de una película que no tiene final. En el tercermundismo, es común que estos personajes se lancen a un abismo material que de ninguna manera podrán ostentar fuera del ámbito de una institución pública.

Como toda regla, tiene sus excepciones. A la vuelta de las tendencias efímeras, los decretos reservados a los nombramientos pasan de un círculo a otro, a velocidad luz; y la distancia que separa una cosa de otra, estrecha la capacidad mental para entender en su justa dimensión el peso y el valor de una decisión que sucede a la inversa: renunciar al cargo cuando desde la institución que se administra, sobre todo, se produce un desgobierno, que si bien perjudica al gobernante y al partido de turno, es la ciudadanía quien más sufre los efectos de la incompetencia gerencial.

A escribir se aprende escribiendo, al parecer, en la política sucede lo propio: a gobernar se aprende gobernando. El ruedo de los pantalones que visten algunos ministros, acumulan su pesado peso, gracias a un recorrido por las aulas, por el aprendizaje que se obtiene en el servicio privado o en la gestión de proyectos empresariales particulares, que en principio suelen abandonar con entusiasmo, para ir a servir a la administración pública con el deseo de aportar a la construcción de una mejor nación.

¿Una mejor nación? La pregunta no es necia. El fervor poselectoral empieza a disiparse, y todavía falta mucho para el primer aniversario del segundo período de un Gobierno que sí o sí debe relanzar su Gabinete a partir del 2025. «Si no está roto, rómpalo», señor Presidente. La remoción a cuenta gotas que se viene produciendo en la administración pública es casi extenuante. El de Reyes es un día ideal para poner a prueba la libertad creativa de los inquilinos de Palacio.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

Comentarios