En mi pedaleo de fin de semana decidí dialogar con cuatro agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) en diferentes puntos de la ciudad, con el propósito de conocer su nivel de información acerca de la prohibición de las luces led en vehículos, una decisión del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT).
–27 de Febrero con Winston Churchill: Para el agente la prohibición es general, porque la ley es para todos, no importa que se trate de luminarias de fábrica, pues esas luces led “afectan al prójimo”.
-Sarasota a la entrada de El Embajador: El joven policía de tránsito –quien lucía casi adolescente– respondió con seguridad, pausa y correcta pronunciación, indicando que la medida va dirigida exclusivamente a las adaptaciones de luces que encandilan, afectan la visibilidad y están causando numerosos accidentes de tránsito.
-Sarasota con Winston Churchill: La agente, una señora robusta, de baja estatura e intimidantes gestos, dijo que escuchó muy bien la orden del Intrant por los medios de comunicación y que, desde su punto de vista, las luces led deben ser desmontadas de los vehículos, sean o no de fábrica, puesto que con la ley no puede haber favoritismo.
-Sarasota con Abraham Lincoln: Con evidente convicción, el uniformado expresó que la prohibición es específicamente a las parrillas de luces, que suelen ser utilizadas por militares y diputados, “porque, imagínese usted, comando, con esa gente no hay quien pueda…los dominicanos somos malos y la ley se aplica según los intereses”.
En conclusión, entre los integrantes de Digesett no hay un estándar claro para interpretar la resolución 009-2018 del Intrant, que prohíbe el uso, instalación, modificación, aditamento o adaptación de accesorios de emisión de luces de alta luminosidad y de diodo de emisión de luz (LED), en los vehículos de motor que circulen en las vías públicas del territorio nacional.
Es evidente que falta comunicación interna y alineación, situación que podría dar lugar a arbitrariedades contra los ciudadanos y lenidad a favor de los poderes fácticos que se autoproclaman exonerados del cumplimiento de las leyes y las normas. La eficiente Claudia Franchesca de los Santos debe tomar nota.
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