¿Cómo generar títulos poderosos y cautivadores? ¿Cómo capturar la atención de la prensa, los lectores y los televidentes? ¿Cómo lograr las “citas citables”, las frases cortas y contagiosas, líneas centelleantes e ingeniosas? ¿Cómo crear gemas verbales que brillen y encierren sustancias significativas como nuestro ámbar?
A veces, salen solas, pero otras veces hay que parirlas. Aquí te dejo 12 ejercicios para entrenar tu creatividad verbal en el mundo de los negocios.
- Cranea una lista de palabras clave relacionadas con tu industria. Si estás en el sector del mercadeo y las relaciones públicas, esas palabras pueden ser: reputación, credibilidad, confianza, diferenciación, sostenibilidad, respeto, posicionamiento, recordación, notoriedad, etc. Amplia esa lista en un site o libro de sinónimos, latinismos, antónimos, superlativos, sufijos y, por supuesto, consultando la RAE. 75 a 100 palabras no son demasiadas en este repertorio.
- Revisa en esta lista los clichés o lugares comunes…y ¡no los elimines! Por algo han llegado a ser lo que son, aunque por uso y desgaste hayan ido perdido su vigor. Vigorízalos transformándolos, alterándolos hasta ver qué sale. Puedes que estés a la puerta de una genialidad.
- Haz una lista similar pensando en los beneficios que tus servicios aportan a tus clientes. Por ejemplo, si eres un desarrollador de apps: usabilidad, rapidez, comodidad, modernidad, compartible, sociabilidad, etc.
- Explora como puedes incorporar tu nombre a tu marca de una forma creativa. Googlear, para Google. La Peña de Melvin, para un consultor que se llame Melvin Peña. ?
- Acude a los superlativos. En algo tienes que ser el mejor del mundo, seguro que sí. Considera las palabras que implican excelencia, superioridad, grandeza, etc. (Las fuentes del punto 4 pueden ayudarte). También piensa en palabras y metáforas que remitan a estos supersignificados: cumbre, pináculo, rey, líder, cúspide, pioneros, primero, pionero, “el más …” No te limites, que estos son ejercicios creativos. Deja que fluya cualquier locura. Luego pules las exageraciones para no sobrevenderte.
- Categoriza tu clientes: exclusivos, sofisticados, “las empresas más admiradas”, “los mejores lugares para trabajar”, “los principales contribuyentes”, instituciones públicas con sello de calidad, cosmopolitas, personalizados, experimentados, pioneros, innovadores, etc. La categoría de tus clientes habla por ti.
- Visualiza tu mensaje clave. Literalmente, piensa en una imagen que condese tu mensaje mejor que tus palabras, dibújala o recorta fotos y muéstralas a un amigo, para que te diga qué significa para él. Quizás te ayude a encontrar esa palabra que hace falta.
- Mezcla todo eso y refínalo. Cuando estás tratando de hacer una cita citable, un titular poderoso, un sound bite (corte para TV), apela a la grandeza, la rotundidad, lo absoluto, la fortaleza, la unicidad, el contraste, las triadas (“tres beneficios que no encontrarás en ninguna otra parte: 1, 2 y 3), contrasta, haz juego de palabras, dale ritmo y rima a tu creación o a tu engendro.
- Edita, edita y edita, limpia todo lo que sobra. Quita las palabras débiles, las comas, los puntos y todo lo que le pueda restar fluidez a lo que dices. Si es necesario, tómate algunas licencias gramaticales, para producir esos sound bites, eslóganes o frases cohetes que te harán destacar en los medios.
- Lee (estudia) poemas y líricas de canciones. En esas piezas cada palabra cuenta, implica uno o más significados. Estudiarlas te ayudará a usar con acierto figuras literarias contagiosas, te ayudará a condensar ideas con ritmo y rima y a asociar palabras de una manera atractiva.
- Colecciona ejemplos de vallas, eslóganes, títulos que capturen tu atención, entonces pregúntate qué te sedujo y conocerás un montón de trucos útiles.
- Escucha de forma crítica las noticias de TV y mira qué resultó ser citable o generó el titular de una declaración o un discurso. Si puedes acceder a la versión original, mejor.
¿Qué es mucho trabajo? Si, lo es. ¿Acaso no cuesta conseguir los six-pac abs? La lengua también es un músculo, por cierto, muy blando. Hay que fortalecerlo. Hay que fortalecerlo.
No hay que hacer todo esto para cada entrevista o discurso, pero aquí tienes un menú para elegir. Para desafíos más retadores y de efecto más perdurable, como escribir el texto de un website, una memoria o un brochure corporativo, seleccionar el título de un libro o una conferencia, aquí tienes los recursos necesarios para destacar del montón.
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