El sur profundo es una tierra llena de verdor, naturaleza virgen rodeada una parte de mares azulosos que deberían atraer el turismo nacional y extranjero por la belleza que presenta la región y sus atractivos naturales. Sin embargo, eso no pasa, a pesar de que los gobiernos han invertido muchos millones de pesos en obras de infraestructuras y facilidades a inversionistas nada ha pasado en el Sur profundo.
De Peravia hacia más al sur todo es apreciable como recursos disponibles para el desarrollo turismo. Barahona tierra de Dios por su gran cordillera Septentrional donde el cacique Enriquillo se sublevó haciendo historia con la primera guerrilla de las tierras descubiertas, es una provincia que no ha tenido suerte, aunque sí tiene mucho que ofrecer.
Mares, ríos, montañas, buenas carreteras y gente servicial pero los visitantes no llegan como debe ser. Un elemento importante y mí que debe limitar el desarrollo del Sur es la producción agrícola. Dicen que los sureños son secos de trato afable, pero de poco hablar. Eso no pasa con los cibaeños del norte donde la abundancia de la tierra se une con la abundancia del alma y todo se une para darle un trato a la gente de primera mano.
Cuando uno llega a Pedernales y ve que no hay agricultura me pongo a pensar cómo desarrollar el turismo allí si hay que llevarlo todo. Aunque usted encuentra plátanos, guineos verdes, magos y agricultura menor en algunas zonas del sur, la falta de cosechas de arroz, habichuelas y otros productos agrícolas hace de la región tierra difícil de habitar. Tampoco encuentra carnes vacunas, cerdos, pollos o crianzas de aves a nivel industrial lo que también contribuye al gran consumo y negocios que desarrollan la economía.

Si bien es cierto que en San Juan se cultivan algunos rubros y que se busca la crianza de pollos y otras aves, todavía eso no avanza. Pero en el caso específico de Barahona ante de llegar a Pedernales y después de las bellas tierras de Azua no existe motivación real para el visitante. Tiene Barahona un aeropuerto internacional, playas atractivas, ríos caudalosos y sobre todo tierras abundantes para cacería y otro tipo de entretenimiento.
Un malecón en vías de remodelación, pero los negocios alrededor del mismo languidecen. Para mí ese es el Sur que existe, aunque prefiero uno donde la gente vaya a aprovechar las ofertas de sus tierras, desde Baní hasta Pedernales el desarrollo espera, pero sobre todo la llegada de la gente. Debe el Estado dominicano de alguna manera buscar que la agricultura diversa se establezca en esa región sureña para que el visitante encuentre todo lo que necesite en términos alimenticios para que el pase mejor.



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