Construido en el año 1999, el famoso bulevar o simplemente Bulevar de la 27, este paseo peatonal fue construido con el propósito de que los capitaleños de entonces tuvieron un lugar al aire libre donde disfrutar del ambiente natural rodeado de esculturas de famosos artistas, dando un toque europeo al lugar.
Las malas prácticas gubernamentales en cuanto al mantenimiento de obras no importan su objetivo hizo que el bulevar fuera carcomido por el tiempo y sus obras cayéndose a pedazos literalmente han sido abandonadas por el tiempo. Una inversión de 68 millones de pesos no pudo ser motivo para que después de su apertura y con el cambio de gobierno del momento todo se desperdiciara como sucede ahora.
Dos pantallas gigantes con un costo millonario ya fueron desinstaladas del lugar y alquiladas a una empresa de publicidad privada. Cuando se apertura esta construcción había varias jóvenes que servían de azafatas para ordenar el cruce hacia su entorno. Existía un patronado compuesto por importantes personalidades para que supuestamente llevaran el orden del día del sitio de entretenimientos.
En su caso, Johnny Ventura, alcalde de la ciudad de Santo Domingo, repartió gran parte de los locales comerciales entre sus amigos y socios, igual hizo el gobierno a través del ministerio de obras públicas. Obras de grandes artistas conforman el ambiente del bulevar de la 27, entre ellas, de: Joaquín Ciprián, Soucy de Pellerano, Said Musa, Bismarck Victoria, Jonny Bonelly, Luichy Martínez y José Ramón Rosellini crearon y montaron obras originales que conforman el espacio físico del lugar.

Todo esto se hecho al abandono y creó que hace unos días vi a unos obreros limpiar el entorno en medio de locales y casetas abandonadas. La falta de parqueos concepto que adorna a cualquier bulevar ha sido uno de los elementos que hacen hecho caer en desuso el sitio. En principios se podían usar unos parqueos privados pertenecientes a plazas y bancos comerciales, pero esto no dio sus resultados.
Ante tal situación y la desidia que acompaña cada obra estatal podemos ver las obras artistas y todos los locales que conforman el bulevar de la 27 totalmente destruidos. 68 millones de pesos perdidos en un país que derrocha mucho dinero estatal pero que lo que más necesita son fondos para invertir en servicios públicos.
Al parecer nadie quiere asumir el funcionamiento del bulevar toda vez que no es comercial, no tiene acceso del público, dando de lado a todo lo que existe allí desde el gran reloj con años dañado, hasta los baños que son utilizados por ciudadanos desaprensivos que deambulan por las calles.
Este paseo peatonal ocupa casi un kilómetro de largo pasando por encima del túnel ubicado entre las avenidas Abraham Lincoln y Winston Churchill. Fue diseñado de manera artificial, y el motivo fue crear un paseo peatonal estilo museo al aire libre para exhibir las obras de artes de grandes artistas dominicanos.

Contaba con locales comerciales que ofrecían diferentes opciones para el público que allí asistía. Se llegaron a realizar varios eventos artísticos logrando atraer cientos de personas jóvenes y de todas las edades que se daban cita en el bulevar en busca de sano esparcimiento. En el paseo se destacan un reloj de impresionante belleza, tanto en su armonioso diseño como en lo que era su funcionamiento.
También existían hermosos murales diseñados en cerámica e interesantes esculturas. La escultura más destacada allí se denominada la Ciguapa Centauro de Said Musa. Su deterioro progresivo hizo que todos los atractivos incluyendo negocios comerciales se fueran a la quiebra mientras que la alcaldía del Distrito Nacional y el Ministerio de Obras Públicas se hacen de la vista gorda y nadie quiere hacer ninguna inversión en beneficio de la población y de obra que costó mucho dinero a los fondos del Estado.
Bulevar de la 27, lo que fue
Diseñado por el arquitecto Danny de Jesús Pérez con el concepto de un museo al aire libre. Cuenta con esculturas deterioradas de artistas como: Said Musa, Joaquín Ciprián, y Soucy de Pellerano. Tenía bancos, pequeños kioscos, un gran reloj público y áreas para eventos culturales, en abandono total. Fue concebido como un espacio urbano moderno y de recreación familiar.
Lo que es hoy
El bulevar está gravemente deteriorado, mosaicos rotos, grietas, basura y filtraciones. Las esculturas, pantallas, y el reloj han sido vandalizados y oxidados, ya no funciona hace tiempos. El lugar se ha convertido en un refugio de personas sin hogar y ha registrado episodios de maleza, grafitis, mal olor e inseguridad. Kioscos cerrados y áreas originalmente destinadas a servicios culturales hoy sirven como zonas marginales.
Actualmente hay propuestas que sugieren reconstruirlo racionalmente: reubicar carriles, generar zonas verdes, quioscos regulados y mejor iluminación y mobiliario para recuperar su carácter urbano cultural. En resumen, el bulevar de la 27 nació con una ambiciosa visión cultural urbana, pero la falta de mantenimiento y gestión lo ha convertido en un espacio desolado y deteriorado.
Las instalaciones están en una situación crítica, al borde del colapso funcional y dando una visión de la principalmente avenida de la capital de que aquí no hay autoridades que asuman alguna responsabilidad luego que se realiza una inversión cuantiosa para beneficio del medio ambiente y la ciudadanía.
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