Bárbara Hernández era una niña con menos de cinco años cuando perdió a su padre. Su madre no se quedó de brazos cruzados lamentando esta situación que impactó a su familia. Decidió transformar este momento en una oportunidad. Allí se convirtió en maestra y luego en directora de la escuela, este paso la llevó a a encontrar lo que sería su pasión por más de seis décadas: el deporte del tiro y arco.
Esta santiaguera de pura cepa, además de tener claro que no quería pasar desapercibida y que su intención sería aportar donde quiera que llegara, se destacó en varias disciplinas, el voleibol, el basquetbol y el tiro y arco, sin embargo, fue este último que conquistó su corazón para siempre.
Ella sin dudas ha sido una mujer que inspira a través de su paso por diferentes gremios e instituciones relacionadas al deporte. Como atleta su deseo era y sigue siendo que la mujer tenga mayor representación, ya que no entiende porque «sólo a las mujeres se les exige capacidad para una posición dirigencial en el deporte».
Es también escritora, presentó este año su primer libro Flechanco sueños, seis décadas de inspiración, con el que quiere seguir motivando a las mujeres a dar un paso adelante e ir por sus sueños.
Es una mujer líder que asume posiciones que no eran destinadas al género femenino. Fue presidenta de la Comisión Mujer y Deporte del Comité Olímpico y también de la Federación de Tiro con Arco desde el 2006 hasta el 2010.
¿Cómo nació la idea de escribir este libro?
Cuando uno vive intensamente, uno se da cuenta que en un momento ha logrado mucho, pero también que hemos tenido que enfrentar muchas situaciones. Yo no quería hacer un libro por hacerlo, sino que el lector pudiera reflexionar a través del mismo. Flechanco sueños porque más de la mitad de mi vida se la he dedicado al deporte del tiro con arco. Hay veces que veo que la mujer se limita, a pesar de que he cumplico seis décadas, quería dejarle claro a las mujeres que nunca es tarde para cumplir nuestros sueños.
¿Qué te inspiró a ser una mujer atleta?
Me inicié en el baloncesto, desde mi niñez me gustaron los deportes porque estaba todo el día en el colegio, porque mi madre era la directora, yo vivía en Gurabo y en ese entonces quedaba lejos, y ella se pasaba todo el día en el colegio y por eso aproveché las tardes para involucrarme en el deporte. En el sexto curso me enrolé en el básquet que practiqué hasta llegar a la universidad. Fui de las fundadoras del club Fernando Valerio, me inicié a nivel de clubes y fui selección de Santiago.
Siempre seguía el básquetbol femenino y yo quería ser de la selección, pero luego no tenía los medios para formar parte e irme a Santo Domingo, pero cuando terminé la universidad y estaba trabajando en mi carrera que soy ingeniera financiera, vinieron a Santiago para los juegos centroamericanos del año 1986 a hablar del tiro con arco, vi en esta disciplina que era más precisa y elegante y pensé que podía ayudarme mucho por la concentración y enfoque que tenía que tener.
Luego que decidió iniciar en el tiro con arco ¿cuál era su propósito?
Dejé mi trabajo estable en una entidad bancaria en Santiago y me mudé a Santo Domingo con un trabajo temporal de tres meses, que no sabía si luego conseguiría algo más, pero yo tenía claro cuál era mi propósito: ser selección nacional y representar a mi país en esta disciplina. Ahí comencé a dar los pasos. En un año logré formar parte de la selección dominicana en el deporte del tiro con arco.
¿De dónde le viene esa decisión de aportar a través del deporte y ser líder?
Precisamente viene de mi madre, una mujer líder, maestra, de vocación donde tuvo que emprender la vida prácticamente sola, mi padre falleció cuando yo tenía cuatro meses de nacida, tenía siete hijos.
Fue retador para ella, pero siempre marcaba la diferencia. Todo lo podía hacer. Crecí en un mundo donde no había diferencia, de qué cosas son de hombres y de mujer. El ejemplo de ella lo seguí. Una mujer fuerte, decidida que se empeñaba en que todo se hiciera bien. Hasta el día de hoy ella ha sido mi inspiración. No hay día que no la tenga presente en todo lo que hago.
¿Cómo pudo vencer los obstáculos que se le presentaron?
En la federación dominicana de tiro con arco daban facilidades para iniciar en el deporte y lo hice con un arco de madera, con una mira de un palito de fósforo y luego con un alambre. Pero el primer arco de verdad que tuve en mis manos fue en para los juegos nacionales en Moca, el mismo día de la competencia pusieron en mi manos ese arco que yo nunca había tirado con él.
Una ahí se siente como ¡wao!. Cuando clasifiqué, la selección dio unos plazos y facilidades para uno adquirir un arco de otro nivel e irlo pagando en cuotas y así me hice de mi primer arco y dije sí voy a comprometerme para pagarlo. No es un deporte barato, pero una bicicleta cuesta más, eso pensé, las flechas duran bastante, aunque son caras. Hay personas que me ayudaron, uno siempre encuentra padrinos y madrinas.
¿Cómo ves el desarrollo del liderazgo femenino en estos tiempos?
El liderazgo de la mujer en el deporte está avanzando, aunque aún tenemos mucho que hacer, no solo en el país sino en el mundo. Uno escucha donde quiera que voy, yo que he tenido que viajar a muchas partes, el mismo tema con relación a las mujeres para ocupar espacios de decisión en el deporte que durante muchos años ha sido dominado por los hombres, estamos cambiando porque ya vemos mujeres en casi todos los deportes.
¿Un ejemplo fueron los juegos olímpicos en París?
En los juegos olímpicos de París por primera vez participaron mujeres en todas las disciplinas y eso es importante, no así en las dirigencias. Porque muchas veces las mujeres no se creen merecedoras de esas posiciones y no aspiramos al mismo.
En el caso de las federaciones deportivas, clubes, asociaciones, vemos a la mujer trabajar detrás, no al frente.
Hay que dejar escuchar nuestra voz y hacernos visibles, no podemos quedarnos atrás, porque nadie sabrá que soy capaz de hacer algo. Sólo a las mujeres se les exige capacidad en el deporte. Los hombres están ahí y si quieren se quedan en el cargo en las directivas, pero para las mujeres poder acceder al mismo deben demostrar que son capaces. No queremos quitarle puestos a nadie, sino que tengamos igualdad de oportunidades. Hay que perder el miedo y que las mujeres entiendan que pueden atreverse.
Trayectoria de éxito
Su vida deportiva ha sido activa desde la infancia, llegando a ser una atleta destacada en tres disciplinas deportivas: voleibol, baloncesto y tiro con arco.
Participación en los juegos nacionales desde Moca 85 hasta la edición del 2006 en Bayaguana, Monte Plata. Participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en las ediciones de: Santiago 86, El Salvador 2002, medalla de bronce por equipo, Cartagena de Indias 2006 y Mayagüez 2010. A nivel escolar en el 1976-77 fue escogida la jugadora más valiosa del voleibol femenino en Santiago.
La Asociación de Cronistas Deportivos de Santiago la reconoció como la atleta juvenil más destacada en el año 1978 en la disciplina de Baloncesto Juvenil Femenino.
Primera mujer en formar parte del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano, donde desempeñó las funciones de 3er vocal, 2do. vocal y co-tesorera en los periodos 2004-2006, 2007-2010 y 2011-2014 respectivamente. Al mismo tiempo fue presidenta de la Comisión Mujer y Deporte.
Primera mujer jefa de misión de la delegación dominicana en los II Juegos Olímpicos de la Juventud Nanging 2014. Secretaria General Unión Deportiva de Santiago. –UDESA- 2006-2008. Miembro de la Confederación Panamericana de Tiro con Arco -World Archery Américas- desde el año 2008 y actualmente forma parte de la Comisión de Equidad de Género.
Esta destacada atleta se convirtió en la primera mujer en la historia del olimpismo dominicano en formar parte del comité ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano. Única atleta que ha dirigido una asociación, una federación y también fue la primera mujer en liderar una delegación dominicana olímpica al ser nombrada jefa de Misión de los II Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014.
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