¿La bachata es una exclusividad de los dominicanos? Ya no. Iván Costa, de origen napolitano y residente desde hace varios años en Veneto, es también el pionero de la bachata al estilo italiano.
Su primer acercamiento a la música lo hace como Dj hace 15 años. En el 2013, por razones afectivas, frecuenta la República Dominicana donde conoce artistas y productores locales y donde logra proponer su música, algo que habitualmente hace cada vez que vuelve a Santo Domingo, donde es seguido por Harold de Moya de DMB Promo Events.
Durante su participación en una transmisión radial en la República Dominicana, se da cuenta que una propuesta artística de canciones italianas de los años 80, interpretadas en forma de bachata, pueden abrir posibilidades en esos lugares. El caso fue que le pidieron que cantara en vivo en un programa de radio, con el soporte de un músico presente en le estación. Cantó “Tú eres la única mujer para mi” y, como describe él, los teléfonos no dejaron de sonar.
“Esta es una de las grandes canciones de los años 80 con una melodía y un texto de gran calidad que a mi siempre me han gustado, cuando lo elegí para debutar pensaba en mi persona y en qué quería transmitir y sobretodo pensaba en algo que pudiera unir musicalmente dos culturas y dos mundos, y la respuesta fue la palabra “amor”. “Tu eres la única mujer para mi”, una simple pero fuerte declaración de amor, me pareció una elección ideal.
Costa trabaja en varios temas de diversos géneros para su próxima producción, en la cual cuanta con la colaboración de un artista internacionalmente reconocido tanto en Italia como en América Latina, en su agenda figura también su participación en el Carnaval Dominicano.
El joven artista compara al país con su primer oficio, “La República Dominicana, es un poco como un Dj, un mundo en el mundo. “Es un país bellísimo y todavía por descubrir, no solamente por sus hermosas playas donde van todos, sino que hay más. Cuando la gente me pregunta acerca de la RD respondo siempre que es el país de las maravillas. Un país libre, sin prejuicios, donde no obstante todos sus problemas, no te es negada nunca una sonrisa y reina la amistad, el amor y el estar de fiesta. Esta forma de ser y su cultura me gusta y la encuentro muy similar a mi. En la vida, todos tenemos problemas, pero ¿por qué arruinar nuestros días y negar una sonrisa, un saludo? Al mismo tiempo veo un país en fuerte evolución tanto como nación, que como pueblo, y me molesta mucho cuando es la ignorancia que habla, escupiendo sentencias. Sin conocer y sin saber».
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