En un informe de la Organización de Estados Americano (OEA) el consumo de heroína aumento en los últimos años en Colombia, Venezuela y República Dominicana, lo cual es una tendencia que representa una alerta para América del Sur y el Caribe, según el Informe sobre el Uso de Drogas de las Américas de 2015.
«A pesar de que aún hay pocos países que reportan el uso de heroína, el movimiento de consumo de heroína a países donde anteriormente no lo había presenta la preocupación de que esta sustancia psicoactiva podría convertirse en un problema para varios países en un futuro», señala el documento, que también destaca un resurgir del consumo de esta droga en EEUU.
El informe se ha presentado en el marco del 57 periodo ordinario de sesiones de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la OEA, que tiene lugar entre hoy y el viernes en la sede del organismo en Washington.
En dicha reunión comienza a negociarse el nuevo Plan de Acción Hemisférico sobre Drogas 2016-2020, que los países miembros habrán de aprobar en noviembre.
La CICAD alerta de que la heroína, cuyo consumo en el continente se consideraba hasta ahora casi exclusivo de los países del norte, representa «un problema en ciernes» para América del Sur y el Caribe y, por tanto, es necesario diseñar una estrategia para evitar la extensión del consumo de esta droga en el futuro.
En el caso de Colombia y Venezuela, donde se cultiva la amapola, el problema de la heroína parece haberse originado «internamente», según el informe, mientras que en República Dominicana hay evidencia de que su consumo comenzó entre personas que habían sido deportadas de Estados Unidos y otros países.
Según datos del Gobierno de Colombia usados en esta investigación, el consumo de heroína ha crecido en el país de manera rápida en los últimos años.
En 2007, en el departamento de Antioquia aproximadamente 26 personas pidieron tratamiento por el uso de heroína, mientras que en 2014 dichas solicitudes ascendieron a 142.
Otro estudio en Santander de Quilichao determinó una relación fuerte entre el cultivo de amapola y el uso de heroína en las zonas de cultivo.
En abril de 2013 la CIDAC y el Consejo Nacional de Drogas de la República Dominicana publicaron un estudio sobre estado del problema de la heroína en el país caribeño, en el que se confirmó la existencia de un importante número de usuarios de esa droga, la mayoría sin oportunidad de recibir adecuada atención sanitaria.
Esa investigación reveló un escenario optimista con una proyección de entre 250 y 500 usuarios, y un escenario más realista con casi 2.000 usuarios.
«Existen varios desafíos para tratar a los usuarios de heroína en la República Dominicana. La Ley 50-88 de drogas del país establece que cuando se trate de LSD o cualquier otra sustancia alucinógena, lo mismo que el opio y sus derivados, en la cantidad que fuera, se clasificará a la persona o las personas procesadas como «traficantes»», señala el informe de la CICAD.
Es decir, que para sustancias como la heroína, la ley dominicana «no distingue entre un usuario que pueda tener una dosis personal y un vendedor, sino que ambos son severamente penalizados».
Venezuela reporta bajos niveles del consumo de heroína en la población general y también en la población escolar. No obstante, se han atendido aproximadamente 1.500 casos de heroína en centros de tratamiento en los últimos 5 años.
Estados Unidos vive un alarmante resurgir de la heroína, cuyo consumo creció un 79 por ciento entre 2007 y 2012, según los últimos datos oficiales.
La heroína, una droga que causó estragos en los años 1970 y 1980, ha vuelto a las calles de Estados Unidos como alternativa barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio, a los que son adictas miles de personas y que causan 15.000 muertes al año.
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