22/02/2025
Editorial

Arte, cultura y educación

La educación comprende procesos que deben aplicarse de manera integral. Es un ciclo que inicia bien temprano y pudiera no tener fin, salvo cuando se muere, porque el ser humano nunca deja de aprender. La aplicación del 4% del presupuesto general al campo de la educación sembró la duda en la ciudadanía convencida que además de dinero se requieren otros recursos –voluntades, sacerdocio, ese espíritu que siempre movía al profesor de antaño– para poder entregarle a la sociedad un profesional altamente capacitado y competente.

No es de extrañar que muchos maestros subestimen las posibilidades pedagógicas del arte y la cultura. Es insuficiente que los estudiantes sean movilizados como ovejas en cada etapa de los diferentes niveles académicos, a los museos y demás instalaciones, sin que estos previamente estén familiarizados con el conocimiento que le permita apreciar en su justa dimensión estos centros.

Pasa lo mismo cuando por obligación curricular, los estudiantes son conminados a asistir a una representación teatral, inducidos en muchos casos por el vínculo con los productores y el centro educativo, sin que prevalezca un interés orgánico para que estos conecten más allá con el arte de las tablas. Cierto que es un buen punto de partida, pero en las aulas debe impartirse un contenido de manera sistemática que concientice a niños, adolescentes y jóvenes del poder intelectual que se adquiere cuando se entra en contacto constante con el arte en sentido general.

«El consumo de arte es un proceso pasivo, requiere que el sujeto se mantenga quieto, escuche y observe lo que la pieza (sea esta una pintura, película, libro u obra teatral) tiene para decirle», reseña un artículo que se incluye en esta edición. «Es también totalmente subjetivo, ya que cada pieza conecta con alguien diferente, de forma diferente. Consumir y analizar arte puede ser una actividad constructiva en la que nos encontramos con nuevas realidades humanas y sociales».

El arte es aprendizaje, puntualiza el referido artículo, y el aprendizaje es arte. Son acciones fundamentalmente humanas, y sus principios –la experiencia y el entendimiento de esta– son uno y el mismo. Aprender sobre arte y cultura es igual que aprender sobre todo lo demás en el campo de la educación.

Comentarios