Desde este lunes circula en físico en el país y en digital en iTunes para todo el mundo un libro que no es historiografía, ensayo, biografía, poesía, cuento, novela, crónica ni reportaje. Al momento de su registro en el International Standard Book Number (ISBN), resultó cuesta arriba definir su género.
Mi opinión es que el texto podría ser la convergencia de todos los géneros, ingredientes de cada cosa reunidos en 143 páginas, pues no hay duda que el sentido es determinado siempre por ese participante activo conocido como lector, que si es genuino y no de solapa, resulta mejor.
Por años, quien suscribe y otras personas cercanas insistimos casi hasta el acoso para que el doctor Antonio Isa Conde compartiera por escrito con la sociedad la intensa vida que desde la mocedad hasta la adultez mayor, en un trayecto de más de 50 años, ha tenido.
La excusa permanente de don Tony –por supuesto, nunca aceptada por sus motivadores- era que su memoria resultaba un desastre y que, presuntamente, nunca se ocupó de guardar en orden, con visión de futuro, los testimoniales (documentales o no) de los interesantes episodios vividos.
Un día, impulsado por una energía que él habrá de explicar esta noche, recuperó la memoria y decidió contar su vida a una grabadora de voz análoga que consiguió en Amazon. El contenido de los cassettes fue transcrito y después pulido por dos editores de épocas distintas, para conferir calidad al texto a partir del choque generacional.
Isa Conde –a quien defino como un animal verbal- sabe que sus ideas fluyen a borbotones y a una velocidad que desborda la pluma y el teclado. Así es que, en la práctica, creó un audiolibro, entregó oro en bruto articulado y se le devolvió lo que sin duda es una joya testimonial.
Antonio Isa Conde, relatos de la vida de un desmemoriado” se lee con una sonrisa hasta la última página. Para mí ese es uno de sus grandes valores. Don Tony ahora se declara un desmemoriado con momentos de lucidez.
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