Todo apunta a un éxito como en sus mejores tiempos. Tanto Anthony Ríos como Johnny Ventura cuentan con una fanaticada envidiable, gracias a un repertorio de éxitos que les ha permitido, de manera independiente, seguir vigentes en el gusto de la gente, después de tantos años.
La sala de fiestas del Hotel Barceló Santo Domingo resultó pequeña para la cantidad de personas que se dio cita a verlos actuar con motivo de el Día de los Padres. Ríos y Ventura sostuvieron un encuentro antológico del Combo Show.
A las 11:15 p.m. del pasado viernes y hasta las 3:00 de la madrugada los merengues y boleros que hicieron del Combo Show una espectacular agrupación durante las décadas del 60, 70 y principios de los 80, aunque ya para la época el intérprete de «Fatalidad» ya se había independizado.
«Ambos artistas causaron la euforia de gente de todas las edades que coreaban cada tema como si fuera uno de los más resonantes éxitos de la actualidad», comentó el empresario Raphy D’Oleo en una nota enviada a PhotoNews ayer. En una primera parte la agrupación puso a bailar a los presentes con merengues cantados por Johnny y Roberto del Castillo para a seguidas dar paso a Anthony quien traslado la imaginación del auditorio a los anos 70 con “Pudiera ser”, “Estoy a tu orden” y “Una noche no es bastante”.
Entre anécdotas y canciones, Anthony Ríos expresó que “juntarse con Johnny ha sido la cosa más importante que le ha pasado en la vida”, al rememorar los años dorados que pasaron juntos en la orquesta. Contó que siendo huérfano de padre, al encontrarse con el legendario merenguero este “le abrió el horizonte” y su vida nunca fue igual.Una parte del espectáculo fue un homenaje a Mundito Espinal de quien recordaron una situación con Fernando Villalona, por la que Johnny le solicitó escribir la canción “Viejo amigo” para que la cantara Anthony, letras que se han quedado para siempre y que le merecieron ganar Cantante del Año en “Premios Dorado”.
Mundito compuso además “Nada”, “Salsa pa’ tu lechón” y otros éxitos del Combo Show. A mitad del concierto, sentados en dos butacas alrededor de una mesita con alcohol incluido llego la bohemia. Solo a piano bajo la magistral ejecución de Víctor Taveras, los artistas demostraron por qué son tan queridos. En penumbras y con el aliento contenido el público comenzó a recibir una alta carga de emotividad al compas de una canción de Anthony seguida por otra de Johnny. “No te resisto”, “Arenas del eesierto”, “Repasando mi memoria”, “Toda una vida”, “Morir de amor” y “Amor sin esperanzas».
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