Allied es un film fallido y decepcionante en uno y otro campo, y las razones no son difíciles de explicar. De hecho, son bastantes obvias. Sólo deténganse por un momento en estos nombres: Robert Zemeckis, Brad Pitt y Marion Cotillard.
Ellos son la cara visible de esta película. El primero y la última han sido ganadores del Oscar en sus respectivas categorías, él como mejor director, y ella, como mejor actriz. Así que si a ellos agregamos el arrastre y el carisma de Brad Pitt o lo que los americanos llaman el ‘star power’ de éste, ya ustedes sabrán entonces que el film debería ser, al menos, medianamente entretenido. ¡Pero qué va!
Con un guion pedestre y monótono, escrito por Steven Knight, la historia pretende ser un thriller de suspenso, romance y aventura a la usanza del cine detectivesco del Hollywood de los años dorados.
La única diferencia sin embargo, en cuanto a la textura visual del film es que esta vez la historia está ambientada en la Segunda Guerra Mundial, y no en Los Ángeles o New York.
Allá en la misma ciudad africana de Casablanca –la referencia al clásico protagonizado por Humphrey Bogart que lleva dicho título no podría ser más odiosa e innecesaria– Max Vatan, un oficial canadiense en misión de espionaje al servicio de los aliados (Brad Pitt); se encuentra con su contacto de la Resistencia Francesa, la bella Marianne Beausejour (Marion Cotillard), con quien el apuesto Max/Pitt debe llevar a cabo una peligrosa misión… y, ¿no tiene caso seguir con el resto de esta sinopsis, cierto?
Ahora bien, ¿qué tan duradero podrá ser el amor entre espías? Allied no es un desastre y al menos ahí está el permanente esfuerzo de Cotillard por hacer el film creíble, además de uno que otro aspecto, el sentido nostálgico que evoca el vestuario y diseño de producción del film, por ejemplo.
Pero por supuesto, eso no es suficiente para mantener a flote una película que sobrepasa las dos horas de duración. Aún así, y a pesar del carácter insípido del film y de la pésima actuación de Pitt, uno tiene que reconocer la valentía y determinación del director Zemeckis, para hurgar en el universo interno de un clásico del cine como Casablanca.
Tal vez el mayor problema de Allied, no obstante, lo constituya el hecho de que los caracteres carecen de definición, en especial Pitt quien luce apático y por completo fuera del personaje. Como resultado la película refleja una ausencia de empatía y ‘química’ entre ellos verdaderamente asombrosa.
De cualquier modo, la historia en general es vana, trillada y carente de inspiración.
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