El salsero Alex Matos resaltó la importancia que tiene para un artista que representa a un pueblo, el estar preparado académicamente. “Es de vital importancia la formación académica de un artista, pues esa preparación les permite poder discernir lo que le conviene o no, “representar bien a una fanaticada que cree en mi y que no se avergüencen de mis actos o bajen la cabeza de pena porque no he sabido representarles».
La Biblioteca Juan Bosch y Radio FUNGLODE, en su cuarta entrega de “Música entre libros” que coordina el periodista Máximo Jiménez, contó con la participación del compositor y cantante, quien recientemente fue galardonado con el premio Revelación Tropical del Año en Premio Lo Nuestro.
El intérprete de “Quiero decirte que te amo”, graduado de Ingeniería en Sistemas, manifestó que se hizo consciente de sus dotes de artista cuando era maestro en un colegio de Santo Domingo, donde incursionó en las maestrías de ceremonias, con el deseo latente de dedicarse al canto.Las ofertas del director del centro educativo para que no abandonara las aulas no pudieron con su vocación.
Matos dejó la enseñanza para abrir junto a su hermano un café bar, en el cual el atractivo principal era el Karaoke. Recordó que al animar el local con las canciones que interpretaba, la gente le prestaba mucha atención y es cuando piensa que ahí había lago que él tenia que explotar.
El carismático intérprete es de la firme convicción que nadie te enseña a cantar, con eso se nace, “te enseñan a usar el diafragma, a vocalizar y modular la voz”.
Afirma que su mayor motor ha sido Dios, la fe, la perseverancia, su hijo de diez años, y tener personas alrededor que creyó en él y su talento. “Nadie puede hacer nada absolutamente solo, la fórmula es poner todo en manos del todo poderoso y perseguir los sueños de manera insistente”, “mantenerse firme, perseverante y con fe”, enfatiza.
El ganador de Premio Lo Nuestro, quien también está nominado para los Soberanos en el renglón de Salsero Dominicano, cree que es de vital importancia la formación académica de un artista, porque esa preparación les permite poder discernir lo que le conviene o no.
“Representar bien a una fanaticada que cree en mi y que no se avergüencen de mis actos o bajen la cabeza de pena porque no he sabido representarles.”, “esa formación me ha permitido no creerme mejor que nadie, me sirve para preparar mi mente y corazón, lo mejor que me pudo pasar”, admite.
Aunque es catalogado como un artista nuevo, tiene un backgraound de seis años batallando con puertas cerradas que no son las importantes para él, sino las que se abrieron, “medios que siempre me han dado su apoyo, gente que aposto a mi”. “Nos mantuvimos persistentes desde 2005 para lograr un 2011, año que marcó mi carrera y de ahí en adelante ha sido histórico.
En cuanto al futuro de la salsa en el extranjero lo ve como un reto que hay que seguir afianzando, los exponentes deben seguir con calidad y poniendo el corazón, exhortó a los medios que sigan apoyando y aupando el trabajo de los salseros. Ya que, República Dominicana no es sólo bachata y merengue. “Lo que viene es bueno”, manifiesta con una amplia sonrisa.
“El salsero de ahora”, como es catalogado, se comprometió a poner siempre su sello con trabajo y esmero, seguir trabajando de la mano del maestro Víctor Waill. La fórmula que le he funcionando mucho han sido los featuring, considerando así que la salsa con sus elementos afroantillanos dan pie para mezclar y tomar otros géneros», concluyó.
Comentarios