Falta un año para la aplicación del nuevo Código Penal, al menos así se le dirá por buen tiempo a la Ley 24-97, aprobada contra viento y marea por el Congreso Nacional en tiempo récord, aunque discutido el proyecto por más de 25 años. Desde ya, y antes de su aprobación la nueva Ley ha sido objeto de muchas discusiones entre juristas, ciudadanos, políticos y ciudadanos de la común.
El Código Penal vigente llegó a esta media isla en 1822 cuando los haitianos invadieron la parte española de la isla de Quisqueya. Más de cien años aplicando un código elaborado por la Francia de Napoleón Bonaparte que en nada se parece a los diferentes delitos que se realizan en este siglo 21, más la incapacidad del sistema judicial para castigar a los delincuentes que violan las leyes.
En fin, muchos critican otros no, pero tenemos nuevo código. Las feministas y las iglesias también protestarán, pero lo cierto es que lo de la penalización de los diferentes tipos de abortos debe tener una ley aparte porque insistir en vincular las leyes penales al aborto no iba a resolver el problema así de entrada. Tendremos un año para aprendernos el nuevo código, pero para que todo el que quiera siga teorizando sobre el tema.
Lo que si debe hacer el sistema judicial es irse adaptando a lo que viene en cuando a la aplicación del nuevo Código Penal, ya que el fracaso que ha habido en la aplicación del Código Procesal Penal la experiencia debe sobrevenir. Es cierto que hay varios artículos que no cuadran con la forma de pensar de mucha gente que incluso lucen un tanto exagerados, pero tenemos nuevo código.
Lo demás es cuestión de tiempo mientras nos desenvolvemos con lo que tenemos.
Este Congreso que es mayoritariamente del partido en el gobierno debería ayudar al país, su partido y al presidente Luis Abinader aprobando los demás códigos pendientes para que el país entre a una nueva era donde las leyes sean modernos para que el sistema de adapte a situaciones por venir. Debemos pensar en cómo serán las cosas con el nuevo Código Penal, tenemos un año para adaptarnos.
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