Es tiempo de cambiar. Una nueva novia, una carrera que va a todo tren por los rieles de la popularidad y proyectos que van viento en popa. Así es la vida, cuando todo parecía que se iba al suelo, zassss, vino ese hit que anhela cualquier artista y aquí está: Mr. Vakeró, from San Pedro de Macorís.
El hombre no se cambia ni por la añorada ñapa que nos daban los sábados en el colmado, mucho menos por el tórrido matrimonio que viven hoy día Nahiony y Abel Martínez. Porque Vakeró es eso, un artista en su momento que se mueve a cuerpo de rey por la Dominican Land.
En plena faena de rodaje de la parte que le corresponderá en ese tema que han llamado «Capea el Dought 2014» (descríbanoslo usted), su majestad urbana se enfrascó en un «flú» propio del «altitaje» que exhiben los de su estilo, más bien su estirpe.
Sombrerito a lo Bruno Mars (perdón, perdón, aunque con un poquito de más swing), unas gafitas de esas que suele vestir Marc Anthony, un par de bling-bines (¿y eso existe todavía?) y una franela con la que se puede echar una buena partida en la liga de baloncesto del barrio.
Vakeró está feliz. El hombre se cotiza y la vida le sonríe. ¿Qué más se puede pedir?
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