La playa Cabeza de Toro del polo turístico de Punta Cana se llenó de música, espectaculares efectos de luces y, por supuesto, de la alegría de unas de 5,000 personas que danzaron al ritmo de las mezclas sonoras de reconocidos DJs, desde la noche del sábado hasta comenzada la mañana del domingo.
De esta manera, Ron Barceló Desalia, confirma, una vez más, su estatus de “la fiesta más grande del Caribe”, con un espectáculo caracterizado por la buena música, un impresionante montaje y un escenario natural que aportó magia y complicidad.
La noche inició con la participación en escena de los españoles Luigii Nieto y Luke García, habituales ya de este evento, a quienes le siguió el joven Danny Ávila, que encendió al público con una propuesta cargada de brío y una balanceada dosis de beats, samples y éxitos musicales.
Luego de un breve intermedio, la estrella de la noche, el DJ y productor francés Bob Sinclar, apareció en escena a las tres de la madrugada, demostrando con su presentación porqué es una de las figuras más importantes del género electrónico.
Tras un “¡Buenas noches Punta Cana!”, en perfecto castellano, Sinclar ofreció dos horas de espectáculo que dejaron satisfechos a todos los presentes, quienes no pararon de bailar y cantar sus populares éxitos.
El dúo Les Castizos cerró el espectáculo, entrada la madrugada, con sus contagiosas y divertidas mezclas de indie, rock, house y bachata.
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