A David O. Russell, más que cualquier otra cosa, le interesa exprimir a su elenco protagónico hasta sacarle el último aliento. Vimos en El luchador (The Fighter, 2010) extraer el néctar más alucinante de un Christian Bale que tiene pocas cosas que demostrar, interpretando a un ex boxeador domado por la drogadicción, mientras en Silver Linings Playbook, dos años después hacía lo propio pero esta vez teniendo a sus órdenes a Bradley Cooper y a una Jennifer Lawrence que aterrizó en grande en el Premio Oscar llevándose su primera estatuilla como Actriz principal.
Más que las historias detrás de las 15 películas que tiene como director –unas excelentes, otras muy buenas y otras no tanto– Russell se esmera en combinar personajes explosivos, emocionalmente impactantes y conmovedores. Cooper en Silver Linings Playbook satisface cualquier estándar interpretativo.
Es por eso que el Escándalo americano, con 2 horas y 18 minutos, es tan robusta, tan penetrante, porque su elenco versátil, con sus caracterizaciones convincentes, pone a David O. Russell en ese círculo de realizadores que pide por su boca para tener a su disposición a los actores y las actrices en los que ve reflejados los personajes.
El FBI está detrás del telón del escenario donde se representa American Hustle, una historia que recrea a medias un momento histórico real en el Estados Unidos de los convulsionados años 70, una época rica en materia prima discográfica, de diseños, de moda, de políticos corruptos y mafiosos entrelazados con el poder invencible (e invisible) que terminará en algún momento para unos, y dará inicio a un nuevo capítulo para otros.
Hay quienes atribuyen a Russell un heredero natural –con influencias claras y marcadas– de Martin Scorsese. Quizás American Hustle es la película más evidente de esas influencias: estafadores perseguidos por el FBI, las drogas, la mafia y el trasfondo oscuro que minimiza las realidades de una sociedad de doble moral, sumergida en las profundidades del juego político que se mueve a sus anchas hasta tanto el stablishment decide formar parte para enfrentar al enemigo.
Russell se mueve –su ojo cinematográfico– con destreza, sobre todo cuando quiere resaltar el sarcasmo de sus personajes, las debilidades de Amy Adams y Jennifer Lawrence, esas dos mujeres combativas dispuestas a sacar las armas para poder conservar a su Romeo, un hombre físicamente poco atractivo, cuyas virtudes más bien están en su discreto encanto para salirse con las suyas.
American Hustle es una recapitulación de las batallas y las guerras libradas por el pueblo estadounidense; un reflejo de los fantasmas que sacudieron a un país para caer a los pies de los ritos culturales que impusieron la música, la moda y, sobre todo, el descrédito de la clase política que se acreditó con Richard Nixon la primera renuncia de un presidente en la historia de los Estados Unidos. Aunque no es la mejor entre las nueve nominadas al Oscar como Mejor película, es un filme interesante, con actuaciones admirables.
Ficha técnica
Título original: American Hustle. Director: David O. Russell. Intérpretes: Christian Bale, Bradley Cooper, Jeremy Renner, Amy Adams, Louis C. K., Jennifer Lawrence. Guionistas: Eric Warren Singer y David O. Russell. Año: 2013
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