15/08/2025
Arte & Cultura

José Rafael Lantigua

Dos contactos en el sistema de mensajería instantánea de whatsapp en mi celular han desaparecido sin margen extenso de tiempo entre uno y otro. La muerte sigilosa se los llevó a destiempo. Dos figuras señeras de la cultura dominicana con las que solía comunicarme y que pertenecían a ese núcleo reducido de profesionales admirados y reconocidos por su calidad y desempeño.

El fallecimiento del exministro de Cultura, José Rafael Lantigua es un hecho que aún cuesta creer. A Lantigua lo conocí siendo una adolescente cuando él ya ejercía un alto cargo ejecutivo en una entidad bancaria ya desaparecida. Yo fungía junto a otros jóvenes como pasante durante ese intenso verano. Era un programa de aprendizaje en el que conocimos el manejo y proceder de cada departamento de un banco. Allí, nos recibía él con una sonrisa y siempre con palabras atinadas a este grupo de ávidos jóvenes con hambre de vivir y experimentar nuevas aventuras. 

Luego con los años, y siempre desempeñando distintas labores fue ministro de Cultura por ochos años durante los gobiernos del expresidente Leonel Fernández. En ese ministerio encabezó interesantes iniciativas en el área cultural y fue el artífice de la Feria del Libro de Santo Domingo. Lantigua dio valor a las escuelas de arte dramático, danza y otras manifestaciones artísticas, a sus profesores y pudo propulsar con mucho esfuerzo mejoras y cambios interesantes durante sus largos años en el puesto. Además, es importante mencionar que estuvo detrás de la aprobación de la Ley de Cine, creada durante esos años. Aún hoy, muchos lo recuerdan y ponderan como el mejor ministro de Cultura que ha pasado por esa institución. Me uno a ese clamor.

Fuera ya de los vaivenes de la posición de ministro y de los asuntos de Estado, fungía como director cultural de Funglode, y aquellos que siempre lo hemos seguido, teníamos la oportunidad de disfrutar de sus escritos culturales y literarios cada viernes en las páginas del periódico Diario Libre. 

En los últimos años y raíz de mi trabajo como productora cultural, específicamente con las obras de teatro, retomamos el contacto. El señor Lantigua siempre me daba seguimiento con los proyectos a emprender, de lo complicado que es producir en este país sin el necesario apoyo privado/público, y trató siempre de ir a cada una de las obras, a pesar de sus múltiples ocupaciones y viajes personales. Era un público fiel y crítico.

De esas críticas y opiniones que siempre me han interesado escuchar. Recuerdo vívidamente cuando produje La fiesta del Chivo, del gran escritor peruano Mario Vargas Llosa, a quien por cierto Lantigua conoció y trató personalmente en sus visitas al país. Le fascinó el montaje ideado por el director Manuel Chapuseaux, ponderó el trabajo de los maravillosos actores que formaron parte del proyecto y nuestra producción en esta iniciativa. Su crítica del montaje la conservo con aprecio. 

El año pasado conversé con él sobre un proyecto teatral en base a un personaje de nuestra cultura que me rondaba la cabeza hace años y que deseo hacer para el año próximo. Lantigua, siempre tan dispuesto me envío a mi casa un libro de ese personaje en cuestión y me dijo textualmente «quédate con el libro y haz ese montaje que seguro será un éxito». Sí, aún tengo el libro y estamos dando forma a ese libreto porque no hay nada escrito sobre ese personaje. 

Hace aproximadamente tres meses tuve el privilegio de entrevistar al señor Lantigua para nuestro programa-podcast «Cuarto de ensayo», que fue su única entrevista en muchos años. En la plataforma Spotify pueden encontrar el programa y la conversación. Un diálogo interesantísimo con un hombre conocedor del sector cultural, problemáticas y logros.

Le saludé hace aproximadamente tres semanas vía whatsapp para consultarle algo. No me respondió. Extraño silencio. Pregunté a personas cercanas y me dijeron que no se encontraba bien. 

El señor Lantigua se fue sigilosamente…

Comentarios