Una pregunta se le impuso a Compagnon mientras preparaba su último curso en el Collège de France: ¿cómo culminar una vida consagrada a la escritura? De Montaigne a Barthes, la literatura se ha ocupado de la muerte al abordar temas como el duelo y la melancolía, pero la obra tardía de los escritores ha suscitado menos interés que el estilo de vejez de pintores y músicos, más afectado por el declive de los sentidos.
Estos ensayos constituyen, pues, una meditación sobre el relato final de la existencia, pero también sobre lo sublime, las ultima verba, el canto del cisne, las segundas oportunidades y el poeta eterno, para reunir un valiosísimo compendio de las inestimables perspectivas que los textos nos ofrecen. Y al final de su camino, el autor nos lega lo que una vida de ávida y agudísima lectura le ha revelado.
La literatura, ese «diálogo inconcluso» que vuelve sobre sí mismo una y otra vez en busca del «libro por venir», describe un círculo perfecto: los escritores mueren, pero la escritura es interminable. Como sostuvo Blanchot citando a Von Hofmannsthal, que a su vez citaba a Rumi, «quien conoce el poder del círculo no teme a la muerte».
Antoine Compagnon (1950), formado inicialmente como ingeniero de caminos, ha sido catedrático de Literatura Francesa en la Sorbona de París y en la Universidad de Columbia en Nueva York. Desde el año 2006 también fue titular de la cátedra de Literatura Francesa Moderna y Contemporánea: Historia, Crítica y Teoría en el Collège de France. Entre sus publicaciones se cuentan La Troisième République des lettres (1983), Proust entre deux siècles (1988), Les cinq paradoxes de la modernité (1990) y Baudelaire devant l’innombrable (2003).
Acantilado ha publicado sus ensayos Los antimodernos (2007), ¿Para qué sirve la literatura? (2008), Gato encerrado (2011), El demonio de la teoría (2015), La segunda mano (2020) y Baudelaire, el irreductible (2022), así como su presentación a la edición de Marie de Gournay de Los ensayos de Montaigne (2007).
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