Marzo es un mes para celebrar los logros de las mujeres, pero también para reflexionar sobre el camino recorrido y el que aún falta por andar. En la historia de la República Dominicana, muchas han sido las mujeres que han trascendido las barreras impuestas por el tiempo, la sociedad y la geografía, demostrando que la inspiración es solo el primer paso hacia la acción.
Este año, una dominicana ha marcado un antes y un después en el mundo del cine: Zoe Saldaña. Con su reciente logro en los premios Oscar, se convirtió en la primera dominicana en recibir este reconocimiento, llevando nuestra bandera a lo más alto de la industria cinematográfica. Su trayectoria no es solo un testimonio de talento, sino de perseverancia, disciplina y visión. Zoe no se quedó en el sueño de ser actriz; trabajó sin descanso hasta convertirse en una de las figuras más influyentes de Hollywood.
Este hito nos recuerda que el verdadero impacto de las mujeres no está solo en inspirar, sino en convertir esa inspiración en acción. Lo vemos en la política, donde mujeres lideran cambios significativos en la administración pública. En la economía, donde empresarias y emprendedoras están redefiniendo el mercado. En el deporte, donde Marileidy Paulino ha dejado huella con su velocidad y determinación, conquistando medallas para el país y demostrando que la excelencia dominicana no tiene límites. En la ciencia, donde investigadoras del país contribuyen con avances que trascienden fronteras.
Sin embargo, aunque hay razones para celebrar, el camino hacia la igualdad sigue teniendo obstáculos. La brecha salarial, la violencia de género, la falta de acceso a oportunidades en sectores clave y la lucha por derechos fundamentales siguen siendo batallas pendientes. Según datos de organismos internacionales, en América Latina, el 43% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia de género en su vida, y la República Dominicana sigue figurando entre los países con mayores tasas de feminicidios en la región.
El acceso a posiciones de liderazgo sigue siendo un reto. A pesar de los avances, en muchos sectores las mujeres continúan enfrentando limitaciones para ocupar espacios de toma de decisión. La representación en el Congreso y en los altos mandos del sector privado sigue siendo menor en comparación con los hombres, lo que refleja la necesidad de seguir impulsando políticas de equidad e inclusión.
Como dijo Maya Angelou: «Soy agradecida porque no todo salió como quise. Algunas puertas se cerraron, pero otras mejores se abrieron». Cada barrera que una mujer ha superado se convierte en una oportunidad para abrirle camino a otras.
No podemos limitarnos a aplaudir los triunfos de las mujeres que logran visibilidad. También debemos reconocer y apoyar a aquellas que, lejos de los reflectores, sostienen el país con su esfuerzo diario: las maestras que educan generaciones, las trabajadoras que con su labor mueven la economía, las activistas que luchan por los derechos de todas.
El éxito de Zoe Saldaña y Marileidy Paulino es una muestra de lo que es posible cuando la inspiración se convierte en acción. Que sus historias nos sirvan como recordatorio de que cada logro de una mujer dominicana abre puertas para muchas más. La verdadera transformación llegará cuando la lucha por la igualdad deje de ser un ideal y se convierta en una realidad para todas. Sigamos celebrando, pero, sobre todo, sigamos avanzando.
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