El presidente Luis Abinader condecoró este martes con la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el Grado de Comendador, a Salvador Francisco (Franklyn) Holguín Haché, por su trayectoria profesional en la educación y sus aportes a la sociedad dominicana.
El reconocimiento fue realizada a través del Decreto 108-25, emitido por el presidente Luis Abinader, el cual fue leído en el acto por el subconsultor jurídico del Poder Ejecutivo, Pedro Montilla.
El presidente Abinader resaltó que la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella es la más alta distinción otorgada por el Estado dominicano y que en esta ocasión se concede a un ciudadano ejemplar que ha dedicado 60 años de su vida a la educación, desempeñándose como profesor, decano, académico, director y rector universitario, con un impacto que trasciende las fronteras nacionales.
«Hoy, precisamente, nos encontramos reunidos para otorgar ese reconocimiento a un destacado ciudadano dominicano, quien ha ofrecido 60 años de su vida al servicio de la educación en nuestro país; especialmente, al desarrollo y fortalecimiento de la educación superior».
“En mi condición de presidente de la República, entiendo el alto significado que su ejemplo tiene para la formación de nuestros jóvenes, para el fortalecimiento del espíritu de ciudadanía y en el fomento del orgullo de pertenencia. En fin, un ejemplo para la dominicanidad por la que cada día trabajamos”, enfatizó el presidente.
Franklin García Fermín
El ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Franklin García Fermín, destacó la invaluable contribución de Holguín Haché al fortalecimiento del sistema educativo dominicano y resaltó que esta condecoración es un justo reconocimiento a la educación dominicana, subrayando que su trayectoria es un ejemplo de dedicación y servicio.

«Lo que hoy el Gobierno dominicano hace es reconocer a un ilustre dominicano que ha hecho grandes aportes a la educación dominicana».
El doctor Salvador Francisco Holguín Haché agradeció al presidente Luis Abinader por la distinción, la cual lo consideró no solo un reconocimiento personal, sino también un compromiso renovado con el desarrollo educativo del país.
«Este honor que hoy se me concede no lo asumo como un logro personal, sino como el reflejo de un compromiso compartido, de una lucha sostenida y de una vocación que a lo largo de los años ha sido alimentada por la firme convicción de que la educación es el pilar fundamental sobre el cual se construye el progreso de una nación».
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