Escribe Osvaldo A. Cepeda en la reseña biográfica incluida en la contraportada del LP Figurando: «Cada uno de los integrantes del combo de Johnny Ventura es un consumado ejecutante de su instrumento, consciente de que en su afán de superación y en su capacidad musical reside el éxito de todos; cada uno trabaja en función de grupo, coordinando su talento para hacer música buena, alegre, joven y moderna».
Las palabras describen el nacimiento oficial del Combo Show. Todo lo publicado por el artista se suscribió bajo el concepto de orquesta o simplemente el combo de. El merengue Fiesta y serrucho, autoría de Isidoro Chávez y Eloy Tejeda, conecta con el ritmo bailable y pintoresco que significó el estreno de El florón y La agarradera (1962). Procede aquí reivindicar el floreo inicial de los saxofones y las trompetas.
Figurando es la producción más merenguera de todo lo que había producido Johnny hasta ese momento. Cinco canciones en este género lo comprueban. El artista, en la versión de Rampa Records (1003), apela al hit El florón, al tema más tradicional que corresponde a La parranda de Felícito Reynoso; El toro y la luna que se concibió tras la colaboración de Castellano-Roiguela y La justicia, que capta en parte el espíritu de las big bands que antecedió la época de los combos.
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Cuando se estrena en 1966 este long play, ya el merenguero había recibido el año anterior el reconocimiento de Espectáculo internacional, por parte de una revista de Caracas (Venezuela), la Estrella de Oro de un reconocido Disc Jockey venezolano y un merecedísimo trofeo por parte de Amucaba, para ese entonces un gremio de mucha influencia en el país.
La versión de La bamba, de Trini López, que abre el disco supone una extensión de su propuesta a punta de boogaloo, música todavía imprescindible para el artista. Como sucedía con el bolero: el LP incluye el Bom bom que proviene de una producción anterior, el Quién del célebre intérprete francés, Charles Aznavour, en una versión muy bien lograda por Luis Sánchez.
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Un mambo sabrosón tenemos en Cuando calienta el sol (composición de C. Rigual-Waughn), ese caprichoso recurso instrumental al que Johnny Ventura se aferró en sus primeros años. Menos convincente es el arreglo de Extraños en la noche, inolvidable estándard autoría de Bert Kaempfert, en esta versión un bolero a dos voces entre Ventura y Sánchez, con registros más apreciables de este último. Así como estupendo es el son Perjura, de Carlos Tailor, que vocaliza Luis Sánchez.
Y en este momento de su carrera, como escribió Cepeda, «un punto digno de analizarse en Johnny es su gran sentido de selectividad, manifiesta en la música que escoge para ser interpretada por su grupo», que se sigue demostrando en el cancionero de este elepé.
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