22/11/2024
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Crítica musical a «Siempre pa’ lante» (1966), de Johnny Ventura

Siempre pa’lante fue un grito de guerra. Un manifiesto musical. Ni un paso atrás, ni para tomar impulso. Y con tan solo cuatro años desde que salió al ruedo con su orquesta, Johnny Ventura graba uno de sus álbumes más arriesgados para un artista cuya bandera era el merengue. Pero merengue es lo que menos trajo el LP publicado por Kubaney (MT-342).

El boogaloo, en franco apogeo a mediados de los 60, se fusiona con la guaracha y viceversa. Del compositor Eloy Tejeda es El mundo está loco, una guaracha (¿o guaguancó?) interpretada por Luis Sánchez en la que «a Pablito le patina el coco». El saxo característico del combo en ese entonces suena con gracia; verbigracia la ejecución de las trompetas en la introducción de la descarga de Siempre pa’lante… nunca pa’ atrá’.

Entre El mundo está loco Siempre pa’lante (composición de Johnny)las dos vibrantes canciones que abren las puertas a este híbrido musical, se puede apreciar a un artista con una visión universal, que desde sus primeros años se preocupó por trascender nuestras fronteras. De Felipe Rodríguez suena La última copa, una versión muy peculiar que mezcla el boogaloo con la guaracha.

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Quizás el modernismo musical del cantante líder del combo confirma el estilo que predomina en este disco. Ñunga, también autoría de Johnny, es un divertido boogaloo en el que se siente una buena dosis de la marca que registrará el artista años después. Quisqueyanos es una hermosa guaracha que canta Luis Sánchez, composición del célebre saxofonista Crispín Fernández: «Aquí traemos señores de nuestra linda Quisqueya, un saludo a nuestros hermanos que se encuentran fuera de ella».

Otra apreciable descarga es Listen baby que escribió Héctor de León, una suerte de experimento en «spanglish». Una canción singular es el Bati-merengue que compuso E. Ruiz Casado, un intento de conectar con otras audiencias. El otro merengue es El toquecito que apela al sentido creativo de Luis Kalaff, célebre compositor dominicano con una admirable obra en la música popular.

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El bolero rítmico con referencias del son no podía faltar. Un aderezo con sabor a gloria en la cristalina voz de Johnny Ventura. ¿Qué te pasa?, composición de Pedro Flores, enrique el repertorio en este género que dimensiona su obra. Un trabajo muy elaborado en su conjunto, sin duda, que cierra con elegancia con el instrumental Midnight boogaloo, bajo la firma de Rafael Labasta.

Johnny Ventura le imprime versatilidad y calidad a su discografía tras la publicación en el 1966 de Siempre pa’lante, un álbum que contribuyó en buena medida a afianzar su carrera no solo en República Dominicana sino en otros mercados emergentes que se abrían tras la muerte de Trujillo.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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