Crítica musical al LP «1920 y otros éxitos» (1964) de Johnny Ventura

El repertorio de 1920 y otros éxitos (1964), que probablemente sea el tercer álbum de Johnny Ventura, responde más al criterio de la discográfica, en este caso Miami Récords (MLD-2016), en una época en que los artistas editaban dos y tres longs playing por año. De esta manera, entendemos la presencia del merengue Monte adentro, de Tavito Vásquez, que ya había aparecido en El Florón, también del mismo año.

En interpretación de Luis Sánchez se incluye una versión de La muerte de Martín, del célebre compositor Héctor J. Díaz, canción previamente popularizada por los «Ases de la Radio», Chapuseaux y Damirón y Su Piano, grabada en el 1947 en Puerto Rico con la reconocida orquesta de Armando y su Jack’s Band (Seeco 4088 en 45rpm).

Este LP se introduce con el mosaico 1920 que incluye Guajira y Bururún barará, de Matamoros y Cuatro paredes, de Bobby Capó. En el artista se aprecia el deseo de seguir sintonizando con la música de los grandes compositores, como la del mexicano José Alfredo Jiménez –todo un clásico–, de quien grabó a ritmo de guaracha Pa’ todo el año; y Solo merengue.

Capaz de hacer justicia a la música proveniente de las mentes más brillantes de la música latina, también grabó el Madrid de Agustín Lara, una versión poco conocida de su surtido ecosistema discográfico. La guaracha sigue omnipresente en su música: además de la canción de Jiménez, está el Matrimonio, autoría de Panchito Mena; El pin pin pon, un aporte de Luis Sánchez. Guaguancó con sabor es Eso pasó, tercera composición del merenguero entre todo lo que había grabado hasta el 1964.

El otro vocalista de la orquesta, Luis Sánchez, manteniendo una participación importante en el combo de Ventura, es el autor de Zombie, que se registra como un conocido con igual nombre, que tampoco es muy conocida. La constancia del merengue sigue latente, aunque en este repertorio otros géneros predominan en igualdad numérica. A La muerte de Martín y Monte adentro se suma Los guandulitos, una composición cortesía de Luis Pérez, director de la orquesta con la que Johnny grabó su primer LP en el 1962.

1920 y otros éxitos se disfruta como un disco concebido para reafirmar el potencial artístico de un merenguero que desde su debut iba adquiriendo una dimensión admirable. Honra a estrellas indiscutibles de la música latina, como los compositores Agustín Lara, Bobby Capó y José Alfredo Jiménez, sin olvidar a los autores dominicanos que no solían pasar desapercibidos y producían canciones que funcionaban muy bien.