Ya ha pasado más de un año desde que el virus covid 19 tocó suelo dominicano, hemos vivido distintos momentos. Al inicio nos arropó la incertidumbre fruto del desconocimiento de un virus que llegó de la nada transformándolo todo. Nos cambió la vida y de qué forma, hemos visto ir a parientes, amigos, figuras del arte, políticos, en fin, esta pandemia nos ha chocado a todos, niños, adultos, ancianos, pobres y ricos. Todos hemos llorado en más de una ocasión por los fuertes estragos que ha ocasionado en el país, haciendo incluso en momentos colapsar el sistema de salud.
Pasando balance, luego de un año y dos meses de la pandemia cambiarnos el mundo, algunos países han logrado salir adelante y reactivar la economía, aunque eso supuso un esfuerzo mayor, de los Gobiernos y la ciudadanía. Otros por el contrario, han debido volver atrás, al punto de inicio. República Dominicana es uno de esos países.
Y es cuando nos preguntamos ¿qué ha fallado? Vivimos una cruda realidad, un sistema de salud deficitario, que en medio de esta pandemia ha sido aún más calamitoso, sin embargo, pese a todas las deficiencias hay que reconocer el encomiable trabajo de muchos héroes anónimos: médicos y enfermeras que se han entregado por entero al cuidado de los ciudadanos. Hasta donde debe seguir esa entrega del cuerpo médico y de enfermeras del país, si una parte de la ciudadanía no ha valorado en su justa dimensión la misma.
Y por otro lado, el gobierno, a sabiendas de la necesidad de motorizar la economía no ha establecido reglas claras para proteger los avances con relación a la recuperación de esta pandemia en el país.
Queremos turistas para dinamizar la economía, pero también control del virus.
La ausencia de un protocolo eficiente en determinados momentos por parte de la autoridades sanitarias, que vaya más allá de indicar que la gente se vacune o que se lave las manos, nos ha traído hasta este punto, donde ya el propio presidente Luis Abinader ha confirmado un rebrote y médicos tan prominentes de nuestro país como José Joaquín Pérez, ha afirmado la existencia en suelo criollo de dos variables nuevas del virus, mucho más contagiosas.
Ciertamente estamos cansados de encierro, de mascarillas, distanciamientos, en fin, pero no nos queda de otra que asumir un compromiso ciudadano mayor, de manera que juntos podamos combatir con nuestras mejores “armas” esta terrible pandemia. El doctor Mark Ryan, jefe del programa de emergencias de la OMS aseguró que “si hay algo que debemos sacar de esta pandemia, con toda la tragedia y la pérdida, es que debemos actuar juntos. Necesitamos prepararnos para algo que podría ser incluso más severo en el futuro”. Algo ha fallado y ojalá no sea muy tarde para retomar el control, aunque eso cause grandes disgustos en diferentes sectores.
(Publicado en El Caribe el 31 de mayo)
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