Sus nombres ganaron notoriedad en el teatro, en esos escenarios donde actuaron frente a un público reducido, que suele ser el mismo del circuito de las salas convencionales o de esos teatros-café que abrieron con éxito en algunas de las principales plazas comerciales de Santo Domingo.
Interesadas en abrirse campo en otros públicos, dieron el salto al cine, un medio mucho más masivo que el teatro, donde algunas de esas actrices empiezan a tener el reconocimiento del público y… de los Premios Soberano. La pantalla ahora es mucho más grande para Judith Rodríguez, Ruth Emeterio y Yamilé Scheker, mujeres del teatro que este año están nominadas como Actrices del año en el renglón de cine.
Judith Rodríguez viene pisando fuerte en el arte escénico y el año pasado la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) le premió en una de sus dos nominaciones como Actriz de cine por su papel en Carpinteros, el drama del director José María Cabral. Judith es una de las actrices más sólidas de la nueva generación del teatro, que logró su primera postulación a los premios en el 2011 por su trabajo en la obra La leyenda del comodín y sus barbiedolls.
«Estas nominaciones en el cine han tenido incidencia en mi carrera, porque validan nuestro resultado como actriz en la industria cinematográfica nacional. Las nominaciones –y los premios– son siempre un plus, que Acroarte nos da como profesionales de la actuación y eso sigue validando lo que uno va logrando, creando y alcanzando creativamente junto al director y al equipo de esa obra cinematográfica y que debemos asumir como un impulso para seguir trabajando dignamente», comentó Judith en entrevista con PhotoNews.
Para los actores y las actrices de teatro no ha sido una transición fácil incursionar en el cine, de acuerdo a Judith. «Antes se consideraba que los artistas del teatro no podían hacer cine», recuerda. «Cuando inicié mis estudios en Bellas Artes, era parte del discurso de la gente del séptimo arte que nosotras jamás podíamos actuar en películas, argumentando que no podíamos cambiar los códigos o porque son muy exagerados, cuando yo apenas tenía 16 años».
Eran argumentos que reducían las esperanzas de las actrices del teatro con aspiraciones de experimentar con el cine. «Para mí eso resultaba muy extraño, porque en mis años de estudiante, los actores y las actrices que más admiraba venían precisamente del teatro, y son grandes estrellas del cine como es el caso de Meryl Streep que estudió drama y fue ‘descubierta’ por unos productores de Hollywood mientras participaba en una obra en el festival Shakespeare at the Park, o Daniel Day-Lewis también viene del teatro y muchos grandes actores que vienen del teatro».
En esta ocasión, tras su quinta nominación a Premio Soberano, Judith buscará su segunda estatuilla como Actriz de cine, una categoría en la que también compiten Celinés Toribio (Qué León), Nashla Bogaert (Lo que siento por ti), Ruth Emeterio (Juanita) y la más veterana de todas, Yamilé Scheker, postulada por su papel en el drama Veneno, del realizador Tabaré Blanchard.
Ruth Emeterio, que inició a los once años sus estudios en el teatro, buscará este año su primera estatuilla en su segunda oportunidad. La actriz consiguió en el 2015 su debut en los galardones como Directora teatral, por su trabajo en la obra Iremos a Verona. Le debe su regreso al premio a la película Juanita, de Leticia Tonos, en la que compite como Actriz del año.
Si es cine o teatro, con la actuación, no hay diferencia profesional para Emeterio: «Doy gracias que vengo de la academia, el teatro es la madre de las artes, donde aprendí la técnica, desarrollé mi disciplina y el respeto al oficio. Hay una diferencia entre una cosa y otra pero al final, soy actriz. He dado mis pasos en el cine en los últimos años y creo que todo eso se lo debo a mi formación educativa», comentó en conversación con PhotoNews.
Formada en las tablas durante toda su carrera, Yamilé Scheker es la más veterana entre las cinco postuladas a Premio Soberano en la categoría Actriz del año. Con once nominaciones en su trayectoria –la primera la logró como Actriz de teatro en el 1995–, debutó en este competitivo renglón en el 2016 con su trabajo en la película Pueto pa’ mí. La actriz todavía no ha recibido el galardón.
Poco a poco, la industria del cine fue dándole oportunidad a grandes actrices que se ganaron el reconocimiento con su trabajo en el teatro. Los productores y directores cinematográficos vieron una oportunidad para enriquecer sus películas con mujeres que también soñaban con destacarse en la pantalla grande. Y la Asociación de Cronistas de Arte valida su labor nominando en la categoría de cine a esas actrices paridas por el teatro.
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