22/11/2024
Espectaculos

Crítica de teatro | Godspell: un divertido musical evangelizador

Es la Era de Jesucristo. Y los días que vivimos no podrían ser menos oportuno que recrear bajo el manto del teatro la adaptación del musical Godspell que se estrenó con bastante éxito en Broadway por allá por el 1971. Un revival que pone en contexto la sociedad dominicana contemporánea, esa que necesita revitalizar el espíritu, volver a las raíces de los evangelios, el de San Mateo específicamente, en el que se sustenta el trepidante y divertido argumento de esta producción general concebida por José Rafael Reyes y Joyce Roy.

El Studio Theater de la plaza Acrópolis acogió durante mayo las representaciones de un musical que nos colocó en el epicentro del mensaje bíblico, con Jesús (interpretado por Javier Grullón) transmitiendo la palabra a un grupo de jóvenes que necesitan aprender las lecciones de la vida, vencer los miedos, superar los embates de la avaricia, la envidia, el ego y todo aquello que siempre ha sido malo para la buena convivencia.

Más de dos horas –con un intermedio de 15 minutos– requiere este montaje concebido y dirigido por John Michael Tebelak en su producción original, con música y letra de Stephen Schwarts y producida en su versión estadounidense en Nueva York por Edgar Lansbury, Stuart Duncan y Joseph Beruh. Aquí tenemos a un Jesús encarnado por Grullón, con sus altas y bajas en la función que vimos el pasado viernes. Un elenco variopinto, no podía ser de otra manera, seleccionó, además, a Vladimir Rodríguez, Karla Fatule, Laura Guzmán, Claudia González, Alejandro Espino, Jared Gómez, Carolina Jiménez, Mavel Paulino, Natacha Hernández y Rafael Pepén.

La versión presentada por Reyes y Roy apela al recurso del gag que manejan con bastante efectividad ­–elemento presente en el Godspell que se mantuvo por un año en Broadway en el 2012–, con referencias puntuales al opening de Nashla Bogaert en los Premios Soberanos, al éxito «Telacuti» de Lo Blanquito, al livestreaming que causa estragos entre los jóvenes de estos tiempos y otros chistes breves «a la dominicana» que arrancan el aplauso y la risa espontánea.

El Evangelio San Mateo redondea el resto de la historia de esta estupenda representación teatral. Cada intérprete tiene su momentum, participaciones que van al ritmo de una montaña rusa, unas menos excitantes que otras; otras más convincentes que algunas. Todos ellos jóvenes, a quienes les tocará cantar su canción para ambientar las parábolas bíblicas, correteando en el escenario de un lado a otro, cual si fuera una tarde veraniega de campamento escolar, generando un jolgorio que incluso involucra al público de manera muy entretenida.

Sobresaliente el trabajo de coreografía de Valentina Grillo, que trabajó las coreografías de Premio Soberano 2014 y la otra versión de Godspell que se presentó en el 2012 y apreciable la labor de la soprano Paola González en los coros, que también hace Andy Matías. Junior Lomba tuvo a su cargo la dirección musical, acompañado por una orquesta compuesta por Porfirio Mateo, Federico Méndez, Javier Rabinovich, Elvin Rodríguez, Daroli Méndez y José Luis Ureña.

El revival de Godspell siempre motiva volver a lo mismo con sus nuevas adaptaciones, aún cuando ya sabemos, en gran medida, cómo irá la representación. Pero al final, vale la pena revisar todo aquello que se va olvidando, escuchar otra vez el mensaje que alimenta el espíritu, sobre todo cuando viene en boca de la juventud que tanto necesita de la Biblia y la religión para mantenerse en el camino correcto.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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