El Ministerio de Cultura designó un Consejo Editorial, integrado por reputados intelectuales dominicanos, al que corresponderá seleccionar las obras que serán publicadas por la Editora Nacional.
El ministro Pedro Vergés, informó que los miembros del Consejo Editorial son: Bruno Rosario Candelier, Diógenes Céspedes, Manuel Mora Serrano, Franklin Domínguez, Rafael Castillo, Pura Emeterio, Rey Berroa, León David y Adriano Miguel Tejada.
La medida cumple con el objetivo de romper con la discrecionalidad que primaba en torno a este tipo de decisiones y, que con su creación, se busca que la publicación de obras no sea el producto de la decisión del despacho del ministro de Cultura o de alguno de los miembros de su gabinete.
“Desde nuestra llegada al ministerio hemos estado revisando todos los programas que se encontraban en marcha. En el caso de la Editora Nacional, nos pareció adecuado designar un consejo compuesto por escritores de diversas áreas, con probada solvencia moral e independencia, para que en él descanse la facultad de elegir los libros que serán publicados”, indicó Vergés.
En el primer encuentro con los miembros del consejo, celebrado en la sede del Ministerio de Cultura, fue revisado el reglamento que indica las funciones de ese organismo, que tiene la potestad plena sobre los títulos que pasarán a formar parte de las colecciones bibliográficas literarias que auspicia el Estado dominicano a través del MINC.
Vergés presentó a los miembros un proyecto que consiste en la selección de las 100 obras más significativas de la literatura dominicana, como una de las principales tareas a realizar por la Editora Nacional, a través de la colección Biblioteca Dominicana Básica, BDB, que ya cuenta con una línea gráfica y cuyos primeros títulos saldrán a la luz en la XX Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2017, a celebrarse el próximo mes de abril.
Informó, además, sobre el proyecto de creación de una Distribuidora Nacional de Libros, el cual se encuentra en gestación y permitirá dar salida a los volúmenes impresos por la Editora Nacional, con el fin de colocarlos en librerías y bibliotecas de todo el país.
“Nos pareció fundamental crear una distribuidora, pues de otro modo, las obras editadas se nos quedarían guardadas en almacenes; la idea es poder abastecer a todo el territorio nacional”, enfatizó el ministro de Cultura.
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