Una nueva Era política como económica comienza a ensombrecer las relaciones entre las naciones.
Estos tiempos se acercan con la llegada de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos de América, personaje éste que haciendo campaña contrasentido ganó las elecciones que él mismo negaba como limpias y creíbles.
Trump, si fuéramos fatalistas dijéramos que acerca a los Estados Unidos a una época de declive más bien parecida a los tiempos de caída de los grandes imperios de la historia.
Aunque las cosas no tienen que ser así necesariamente pero que pueden tomar ese camino, el flamante mandatario norteamericano está anunciando o tomando medidas radicalmente contrarias a lo que mandan las leyes y reglas internacionales de la diplomacia mundial.
Donald Trump está marcando pasos contra el libre comercio y compromisos que en ese sentido realizaron sus predecesores hasta por lo menos los últimos 4 presidentes que le presidieron.
De los Tratados y Acuerdos comerciales Estados Unidos hizo casi una paranoia de tal manera que hubo presidentes como George W. Bush que pidió autorización al Congreso para hacer de este tipo de convenio una vía rápida o Fast Track como le llaman ellos.
Acuerdos continentales como el TLC con Canadá y México, el proyecto transcontinental como el Transpacífico están siendo negados por el señor Donald Trump lo que es un contrasentido a lo que siempre quisieron los grandes sectores empresariales norteamericanos.
A eso agreguemos su estrambótico plan de construir un muro en la extensa frontera con México insistiendo en que esa inversión la costee el país azteca.
Pero más todavía el ahora Presidente y empresario estadounidense se atrevió en campaña a negar la publicación de impuestos, criticar los servicios de seguridad, atacar aliados como la OTAN o UE, a la República Popular China obviando que el gigante asiático es el principal tenedor de Bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
En fin…Parecería toda una locura la campaña del Trump y ahora ¿qué debemos esperar de su mandato?
Donal Trump es la negación de la negación del accionar de una superpotencia que representada por sus sectores fácticos y sus presidentes de turno es la principal potencia económica y militar del mundo actual.
Entonces no en vamos debemos preocuparnos por los anuncios e iniciativas de Trump, comenzando por la su salida de proyectos de acuerdos de libre comercio como líder del mundo capitalista y para sorpresa de todos que los asuma República Popular China de dominio estatal comunista.
Nuestra humilde conclusión es que y por lo que se ve mientras el capitalismo iría en baja el estilo de economía capitalista pero de manejo político comunista francamente va a ir en ascenso.
Es decir el proteccionismo ya no es buen negocio para los grandes capitales que principalmente dominan el escenario industrial estadounidense.
Comentarios