22/11/2024
Opinión

Los desafíos del periodismo en la agitada era digital

El reconocido periodista e historiador inglés Paul Johnson nos recuerda en su interesantísimo libro Intelectuales que como escritor Ernest Hemigway tuvo «la ventaja de un entrenamiento excelente» mientras estuvo en el Kansas City Star. Poco se escribe sobre la vena periodística del autor de Por quien doblan las campanas, pero en estos tiempos sus lecciones cobran una actualidad que vale la pena traer al podio.

Johnson –minucioso y acucioso en sus célebres ensayos– describe con precisión el método que desarrolló Hemingway durante sus años en el oficio, y cuando se impone la inmediatez y la ligereza que predomina en las redes sociales y la Era del Internet, es más que oportuno retomar sus conclusiones:

«La mayoría de la gente, incluso la generalidad de los escritores, tiende cuando escribe a dejarse llevar, a ver los hechos a través de ojos ajenos, porque hereda expresiones y combinaciones de palabras anticuadas, metáforas trilladas, chiclés y frases ingeniosas. Esto es especialmente cierto de los periodistas, que cubren a toda velocidad situaciones que a menudo son repetidas y banales», sintetizó el autor de Intelectuales en su ensayo sobre Hemingway.

Este es un texto al que recurro una y otra vez, y ahora revisito tras una conversación reciente con un colega a quien le comentaba sobre la urgencia que tenemos los periodistas de «generar contenidos propios», generar fotografías exclusivas del medio que no nos obliguen al facilismo que imponen los créditos de Fuente Externa. Son los días de ir a una rueda de prensa a escuchar la versión de la parte interesa, de la cual no nos preocupamos en corroborar ni contrastar. Ya no se trata del trillado periodismo de investigación, sino de simplemente desempeñar el rol de medio por el cual se transmite el mensaje.

La tendencia que predomina en los medios convencionales va matando el espíritu de una profesión cada vez más obligada a contar crónicas apegadas a los hechos. Y vuelvo a citar a Johnson, que constató en el estilo de Hemingway aquellos «principios básicos de la escritura» los cuales se fijó para él mismo y que merecen ser estudiados: «Una vez definió el arte de la ficción, siguiendo a Conrad, de esta forma… ‘Descubra qué le provocó la emoción, qué acción fue la que lo emocionó. Luego escríbalo, aclarándola para que el lector también pueda verla’».

Lo que predomina en el periodismo en la era digital en República Dominicana impone retos profesionales que no pueden ser aplazados si queremos seguir teniendo el favor del lector acucioso, curioso y exigente… ese que compra y seguirá comprando el periódico impreso por los siglos de los siglos. O lo que es lo mismo, irá a la versión digital en busca de la información confiable.

La nota de prensa, la foto de fuente externa y los adjetivos son solo algunos de los males que van en detrimento de lo que estamos ejerciendo como periodistas en estos tiempos. «La ley del menor esfuerzo», solía escucharle decir entre dientes a la periodista María Ugarte, reconocida periodista y escritora del periódico El Caribe en los 1990. Todavía tenemos una tarea pendiente: dar un paso al frente, ir tras la historia con la que podremos marcar distancia de los demás, haciendo lo mismo, pero con un toque diferente.

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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