El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y el Instituto de Formación Gerencia y Liderazgo Americano (IFGLA) otorgaron un reconocimiento a la periodista, locutora, conferencista nacional e internacional en materia de comunicación, Diulka Cristina Pérez, por su trayectoria en los medios de comunicación.
El reconocimiento se realizó el marco de la XXVIII graduación, con el auspicio del Ministerio de la Juventud, en la cual se invistieron mil nuevos técnicos profesionales en diferentes áreas.
En el acto de investidura, el rector del IFGLA, Alcedo Magarín, destacó que el reconocimiento otorgado a la distinguida periodista Diulka Cristina Pérez Pérez, se realiza porque han venido observando la trayectoria y desenvolvimiento de la licenciada en los medios de comunicación, resaltando que en cada acto de investidura del Instituto, IFGLA y el CDP, realizan reconocimiento a una personalidad por “ser un ejemplo a seguir para la presente y futura generación de profesionales” y que en este caso se otorgó a la Periodista Diurka Pérez.
Diulka Pérez ha sido reconocida por decenas de instituciones, las cuales le han otorgado el premio Soberano como mejor locutora en el 2013, evento organizado anualmente por Acroarte.
Asimismo, recibió el galardón el Micrófono de Oro como locutora revelación del año en 1997, premiación que realiza el Círculo de Locutores Dominicanos.
También el reconocimiento de CNN a la mejor cobertura de elecciones, en el 2008, en el centro mundial de CNN en Atlanta.
Pérez agradeció al CDP y al Instituto IFGLA, por escogerla para este galardón y exhortó a cada graduando definir su proyecto de vida acompañado de un negocio, como el sueño que se proponen alcanzar y nunca debe desmayar hasta lograr el éxito.
Dijo “nací en una humilde familia, en el municipio de Las Matas de Farfán, en la región Sur, la más pobre del país, pero al concluir el Bachillerato me propuse ser comunicadora social, por lo que me vi obligada estudiar en la sede de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)».
“Llegué a esta Capital con un uniforme escolar, un pantalón corto y una toalla que me había obsequiado mi padre, pero resistí las adversidades propias de la vida, hasta alcanzar el éxito profesional”.
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