Cientos, miles de personas vinculadas a todos los partidos políticos existentes y por existir aspiran a un puesto electivo en las próximas elecciones del 15 de mayo próximo.
Es tal el interés “patriótico” por dirigir la cosa pública desde alguna posición estatal que varios miembros de familias completas se postulan dispuestos a “sacrificarse” por el interés nacional.
Vemos el caso por ejemplo de un Alcalde del Gran Santo Domingo que decía no tener recursos institucionales ni para arreglar un semáforo pero aspira a reelegirse.
Dice este funcionario edilicio que muchas veces los pagos los hace con su chequera y ante la pregunta del entrevistador del porqué entonces quiere quedarse si ese Ayuntamiento está en quiebra, el síndico se quedó callado.
Demostró ahí que sólo hablaba por hablar, mentiras y sólo mentiras ya que su esposa también aspiraba a diputada, y quien sabe cuántos de su familia a otros cargos.
En fin, esto es una piñata por la cual muchos partidos “emergentes” que son chiquitos y no crecen cobran grandes cantidades de dinero por postular a cualquiera que les pague. Al menos así se hizo una denuncia.
El presidente Danilo Medina dentro de uno de sus discursos de campaña habló de que se apruebe luego de las elecciones la Ley de Partidos Políticos.
Esa Ley supuestamente vendría a normar o regular el accionar de las organizaciones político partidarias con mira a los procesos electorales y su vivencia legal.
Sin embargo, han pasado varios años incluyendo los cuatro de gobierno del Presidente Medina y esa Ley aún con una mayoría de su Partido de la Liberación Dominicana, no llegó a ningún lado.
Dudamos entonces que se apruebe luego pues ya no habrá interés además de que tendría que ser una Ley integral no de esas que se hacen para que luego no resuelvan nada.
Recordemos que en algún momento se estuvo a punto de aprobar dicha Ley y los Partidos “emergentes” se aparecieron en el Palacio Nacional en tiempos de Leonel Fernández y dicho proyecto se echó para atrás.
Estamos hablando entonces de que con la famosa Ley de Partidos Políticos pasa con la Ley de Reforma Policial cuya aspiración de aprobación sólo se queda en el deseo de la clase política, incluyendo el Congreso Nacional que no pasa de ser enarbolada como instrumento de campaña, no más de ahí.
Pero lo cierto es que esta campaña electoral ha puesto al desnudo el interés que tiene mucha gente incluyendo la clase política en una gran mayoría de repartirse la tajada del Estado sobre la base de promesas que sólo se quedan en el proceso eleccionario y que se olvidarán a partir del 15 de mayo cuando pasen las elecciones.
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