Resulta que después de la muerte inesperada y violenta del alcalde Juan de los Santos, su guardaespaldas y el homicida, ahora algunas instituciones públicas están tomando controles para las personas que andan con armas de fuego.
Es decir que se están instalando aparatos para detectar dichas armas a fin de que no ocurran hechos trágicos como el que sucedió en el Ayuntamiento Santo Domingo Este que dio al traste con la muerte del alcalde, hecho originado por un amigo suyo.
Recuerden que anteriormente ocurrió otra tragedia en la Oficina Supervisora de Obras del Estado –OISOE–, cuando se suicidó un ingeniero frustrado por las deudas que le tenían en el mencionado organismo estatal.
Imagínense ustedes, que el ingeniero suicida también como el del Ayuntamiento Santo Domingo Oriental hubiese tenido en planes asesinar a los que él mencionó en una nota antes de matarse que tragedia mayor hubiese ocurrido allí.
Resulta sin embargo que este es un país de operativo por fechas y como ultimaron a un funcionario y dirigente importante del Partido de la Liberación Dominicana ya se están tomando medidas para controlar la entrada de armas de fuego a las instituciones.
Como esto va a ser una moda con sus excepciones, aclaro, que podrán entrar los amigos y otros de confianza de los funcionarios y otros jefes, esto no resulta a largo plazo.
Agréguele además de que realmente se inician las limitaciones por las tragedias acaecidas por lo que se puede tomar como un operativo más como son los de incautar motores, supervisar llantas de vehículos en Navidad, Año Nuevo y Semana Santa.
En fin una medida momentánea que debería superar la cultura de los operativos de rutina y mantenerse con el tiempo.
Con tantos problemas que tiene la gente, con el nivel de corrupción que se da en las oficinas públicas donde se negocian obras del Estado y los malos servicios que se originan regularmente es probable que algún día se manifieste una tragedia de envergadura y todo por no controlar las armas de fuego.
Se tiene más de 15 años dando vueltas en el Congreso Nacional un proyecto de ley para cambiar la obsoleta Ley 36 sobre Tenencia y Porte de Armas de Fuego, pero nada.
Sólo vueltas, aquí cualquier demente anda armada y como no encuentra que hacer con el arma de fuego asesina hasta por un choque de vehículo, discusión política o mujeres en una discoteca por no poner otros ejemplos más simples.
Obtener un arma de fuego es demasiado fácil si es legal, sólo pagar impuestos de psicólogo, profesión y otros que nadie cuestiona.
Las demás armas son porte de delincuentes que andan asaltando a troche y moche, no sabiéndose si son gente de instituciones armadas o no.
En fin espero que esto no se quede en un simple operativo de moda el de controlar la entrada de armas de fuego a las instituciones estatales, ni mucho menos que se dejen pasar por privilegios de amigos porque ahí es que está el peligro.
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