La presidenta de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, Miriam Germán Brito, advirtió que deja un mal sabor el hecho de que cinco jueces sean investigados por presuntos actos de corrupción en el ejercicio de sus funciones.
Consideró que para todo debe haber un régimen de consecuencias.
“A mí, particularmente, me dejó un mal sabor, pero no puedo darte opinión de lo que pasa con los ciudadanos en las calles, yo supongo que deben sentirse afectados, porque se preguntarán y en manos de quién es que yo confío mis asuntos”, dijo.
Manifestó que no ha estudiado el documento donde el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito cuestiona a seis jueces.
La magistrada expuso que dentro de un conglomerado, como el Judicial, el que se formulen cuestionamientos a una parte con cosas tan graves, “tiene que afectarnos a todos, no porque uno crea o no crea las acusaciones”.
Comentó que el oficio de juez debe tener como sustento la confianza de los justificables.
El Consejo del Poder Judicial suspendió a cinco jueces sin disfrute de sueldo, y ordenó la apertura de un proceso disciplinario donde serán juzgados.
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