Boca Chica. La noche del sábado pasado, un total de seis propuestas del entretenimiento coincidieron tanto en Santo Domingo y hasta en Boca Chica, específicamente en el acogedor restaurante Neptuno’s donde se presentó el show «De Negro a Negro», quizás la mejor propuesta de todas.
Primero, porque el romanticismo y la vibrante propuesta de Wason Brazobán era parte de una cartelera que completó el Negrito de Villa, Sergio Vargas, quien con sus merengues que forman parte de los clásicos del género, puso la nota bailable de la noche, con sus ocurrencias en escena y su discurso provocador puso al público no solo a pararse de sus asientos sino también a gozar de lo lindo.
Brazobán abrió la parte musical de esta propuesta, cuando subió al escenario a las 12:10 de la noche en esta producción a cargo de Ramsés Peralta, el empresario que apuesta al talento dominicano para sus propuestas.
Wason de inmediato atizó los ánimos en el escenario arropado por las aguas de la playa de Boca Chica. El reconocido intérprete fue recibido con cálidos aplausos desde que comenzó a despachar su exquisito cancionero que sobrepasó las expectativas.
Esas canciones que lo han posicionado como una de las grandes estrellas de la música dominicana, no podían faltar: “Tú eres mi reina”, “El bombón”, “Qué pena”, “El problema”, “En un solo día”, “Con las manos vacías”, “Murió de pena”, “Te doy”, “La mentira”, “Qué vida” y “La receta”.
El variado repertorio también incluyó a “Loca conmigo”, un merengue que compuso para Héctor Acosta, y “Ven tú”, que le escribió a Domenic Marte y Gio. No faltó una de las preferidas de Wason y de sus fanáticos: “Cuando tú te alejas”, con la cual rindió homenaje a una de las grandes figuras dominicanas, la fallecida artista Sonia Silvestre.
Al ritmo de “En un sólo día”, Wason Brazobán llamó al escenario a Sergio Vargas, para interpretar a dúo esta pieza y dejar el resto del concierto a merced de “El Negrito de Villa”. La química y el respeto que se tienen ambos artistas quedaron acentuados en la velada que protagonizaron juntos por primera vez en su tierra natal.
Llegó el momento de recibir a Sergio Vargas, quien echó manos a un repertorio que le ha permitido ejercer 30 años ininterrumpidos de carrera musical. “Lástima de tanto amor”, “La ventanita”, “Vete y dile”, “Ni tú ni yo”, “Madre mía” y “Te va a doler”.
Pasaban las 3:45 de la madrugada del domingo, y aún el público se resistía a marcharse de las instalaciones de este confortable establecimiento. Y así, Sergio Vargas cerraba la dinámica musical de una propuesta que tuvo la apertura con Wason Brazobán, dos negros que se la traen dentro y fuera de los escenarios. Ojalá y se vuelva a repetir, porque la buena música no cansa.
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