Un gran pesar se apoderó la noche de este viernes de la comunidad de Cotuí tras conocerse el fallecimiento de Víctor Manuel Santos Gutierrez, hijo del asesinado viceministro de Energías y Minas, Victoriano Santos Hilario, ocurrida luego de sufrir dos paros cardiacos en el Hospital Traumatológico Ney Arias Lora.
Santos Gutiérrez, de 20 años de edad, quien fuera herido por desconocidos en su residencia de la ciudad de Cotuí, junto a su padre Santos Hilario el pasado viernes, fue sometido a una intervención quirúrgica de más de siete horas, en el centro de salud.
El paciente fue intervenido el pasado sábado en horas de la mañana luego de que fuera referido de un centro médico privado de la ciudad de Cotuí.
A Santos Gutiérrez se le practicó una cirugía de torax abierto y se le colocaron dos tubos de pecho debido a hemoneumotorax bitateral, además de reparación del diafragma, y una yeyunostomía debido a derivación esofágica, dejando este órgano sin función debido a que se lesionó en más de un 40%.
El joven recibió un disparo que le penetró en la región paraesternal derecha atravesando el mediastino hasta la región infraescapular izquierda.
Los doctores Alfredo Polanco del Orbe, subdirector médico, David Cuevas, gerente de la Unidad de Cuidados Intensivos y Alexis Rodríguez, coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos informaron anoche que el proyectil le produjo graves daños a la tráquea, esófago, ambos pulmones y el conducto torácico.
Todas las lesiones fueron reparadas de manera satisfactoria por el equipo de especialistas que le operó encabezado por las doctores Gustavo Rodríguez Blanco, Alejandro Soto Méndez, Julio Jiménez, William Peña y los anestesiólogos del Hospital Ney Arias Lora, Sonia Jiménez, Franklin Ferreras y Katherine López, pero su estado de salud era de pronóstico reservado y sombrío.
Los trastornos de disfunción orgánica múltiples puso fin a su vida debido al daño de estructuras vitales por herida de arma de fuego potencialmente mortal.
El personal médico y de enfermería puso todo su empeño durante siete días que estuvo ingresado el paciente en el centro de salud, para preservar la vida del joven de 20 años de edad, pero este tipo de lesión tiene una mortalidad de más de un 90% en el mundo.
Comentarios