En la semana se le vio entusiasta con la iniciativa, parecía un adolescente cargando videos de 15 segundos en Instagram: «Hola, te espero mañana a las 3 de la tarde, en el parqueo del Jardín Botánico, bicicleta en mano, para que juntos hagamos la ruta que habrá de convertirse en el primer circuito ‘bici’ de la ciudad Santo Domingo».
Y en allí se le vio al alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, adornado con su bici, dispuesto a combatir los desafíos que imponen los tiempos. Como siempre. La iniciativa lo mantuvo entusiasta, como usualmente el exitoso funcionario asume cada proyecto municipal.
Miles de ciudadanos acudieron al llamado de Salcedo, en el parqueo del Jardín Botánico se acomodaron para dar el pistoletazo de salida de esta «bicicletada» que le puso a sudar la gota fría, al mejor ritmo de Carlos Vives.
Hombre de rutinas físicas cotidianas (nada de gimnasios que perjudiquen su agenda municipal), Salcedo estuvo preparándose para recorrer los mal contados más de 10 kilómetros que imponía la ruta crítica. Franqueado por cientos de jóvenes, adolescentes y adultos, al alcalde del Distrito Nacional se le vio peladear con entusiasmo, y como no, tras el éxito de esta convocatoria que de pronto puede ser una nueva actividad en el marco de las iniciativas públicas que ha puesto en marcha con resultados envidiables.
Eso sí, con su agüita en la barra, par jóvenes molletones que le resguardaron todo el camino, el alcalde llegó a la meta final, y públicamente se le vio muy cómodo hasta que llegó el momento de la intimidad. Ya en sus oficinas, la foto después de la «bicicletada» llegó de pronto: y allí se le vio a don Roberto, «abatido de lechosa», aunque es de zapote uno de sus batidos favoritos.
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