22/11/2024
Política

Portavoz: «Danilo Medina tiene su librito»

Las llamadas visitas sorpresa del presidente de la República Danilo Medina son encuentros dominicales dirigidos a relanzar unidades de producción, pequeñas y medianas, dentro del plan del gobierno para crear empleos, elevar los ingresos de familias y negocios y aumentar las exportaciones.

Dos fuertes convicciones y una verdad animan la acción presidencial. La primera es (cito textualmente al presidente Medina): “Las empresas sólo pueden vender lo que los ciudadanos pueden comprar”. La segunda: “El crédito es un derecho humano”. La verdad: las pymes son las mayores creadoras de empleo en cualquier sociedad, incluida la dominicana.

Las visitas a productores agropecuarios, artesanos de muebles, mujeres piscicultoras, fabricantes de vinos y dulces sorprenden, pero no son improvisadas ni caprichosas. Forman parte del plan democratizador de la sociedad dominicana. Las obras/compromisos que se acuerdan, tienen la apropiación debida en los presupuestos del FEDA, IAD, Bagrícola, INDRHI, Ministerio de Agricultura y de la propia Presidencia de la República.

Un temprano diagnóstico de la realidad productiva nacional, reveló la existencia de numerosos proyectos productivos en dificultad que podían ser reanimados con la intervención oportuna y rápida del gobierno nacional.

Dentro de ese largo inventario de unidades productivas en necesidad, unas requieren poco financiamiento o de pequeñas obras y otras de rápidas diligencias que eliminen trabas en instituciones gubernamentales y que pueden ser realizadas/agilizadas con la voluntad expresa y pública del presidente de la República.

En otras palabras, Danilo Medina es consciente de su enorme poder para hacer que “las cosas sucedan” y lo emplea a fondo. Se privilegian aquellas unidades productivas de fuerte impacto local y social, por los empleos que protege o crea, la riqueza que genera, las oportunidades de exportación y la asociatividad de los productores.

El gobierno presta a bajas tasas de interés (5-7%), con períodos de gracia que van de 12 a 18 meses a cooperativas y asociaciones, nunca a individuos. No regala dinero ni condona deudas. En casos graves, perdona mora, pero no el capital y facilita la renegociación.

“Si ustedes no devuelven el dinero, el Gobierno no podrá ayudar a otros en necesidad”, reitera el presidente Medina en cada visita y los productores presentes asienten con sus aplausos. La visitas sorpresa muestran un estilo de gobernar activo, cercano y solidario del actual presidente dominicano.

Danilo Medina tiene una enorme facilidad para comunicarse y hacerse entender. Es un gran conversador. Llano, directo, está acostumbrado a medir el éxito de una reunión no por la brillantez de las ideas que afloran, sino por las voluntades que se suman para alcanzar un propósito.

Su estilo de gobernar, activo, en la calle, sin alardes y emprendedor ha sido una agradable sorpresa para muchos. “Quienes me conocen, saben que hablo con hechos, más que con palabras”, dijo en su primera rendición de cuentas como presidente de la República Dominicana el 27 de febrero pasado.

“La política es servicio, es entrega a los demás”, afirma frecuentemente. De esta forma concibe la política. Y lo que gusta a los dominicanos es que así la vive y ejerce el poder. En cada una de las visitas, el presidente dedica tiempo a explicar cómo su política de crédito impacta la producción, el empleo, el consumo y el bienestar de familias y negocios.

También su vinculación con otras políticas gubernamentales como son la tanda extendida en las escuelas, el programa de alimentación escolar, la erradicación del analfabetismo, la cobertura universal de salud, la centralización de las compras de medicinas para reducir su costo, la Banca Solidaria para los microempresarios, la frugalidad en el gasto público y la utilización de las compras y contrataciones del gobierno como instrumento de desarrollo.

Danilo Medina es consciente del enorme desafío que tiene su gobierno de recuperar la confianza de los ciudadanos de la República Dominicana en la gestión pública. De ahí su empeño en poner el Estado al servicio de los dominicanos y dominicanas. Aspira a que se le recuerde por haber trabajado esencial y fundamentalmente en elevar el bienestar de las familias y negocios, no por las edificaciones construidas.  “No quiero gente hambrienta viviendo en jaulas de oro”.

Las visitas se realizan los domingos por ser días tranquilos. ¿Tienen que realizarse necesariamente los domingos? No. Cualquier día y a cualquier hora pueden celebrarse, pero hasta ahora el presidente Medina ha preferido los domingos a partir de las nueve de la mañana.
El diálogo normalmente inicia con la presentación por parte de los directivos de la cooperativa o asociación de las dificultades por las que atraviesa el proyecto.

El presidente escucha, pregunta, contrasta las informaciones suministradas por los técnicos gubernamentales y finalmente decide el tipo y alcance del apoyo gubernamental. El equipo que le asiste toma nota, porque lo acordado será entregado a un equipo que encabeza el ministro Administrativo de la Presidencia que velará para que las instituciones comprometidas cumplan. Es decir, montos, tasas, diligencias y plazos.

La narración en tiempo real del encuentro (textos y fotos) se hace a través de la cuenta Twitter de la Presidencia. Los acuerdos y compromisos son compartidos con los medios de comunicación y los ciudadanos y ciudadanas. Nada se oculta. El relato es completo.

Toda acción en la agenda pública del presidente de la República es una acción comunicacional y resulta pertinente preguntarse si estas visitas sorpresa forman parte de un nuevo estilo y de una manera innovadora de comunicar. Danilo Medina no quiere ser diferente. Lo es. “Cada maestro tiene su librito” ha repetido infinidad de veces.

Gobernar es comunicar y el gobierno dominicano privilegia la comunicación, no la propaganda, convencido de que la mejor comunicación es el buen gobierno y avalado en el enorme aprecio público que gozan el presidente Danilo Medina y sus políticas, cercano al 90 por ciento de acuerdo a encuestas propias y ajenas. [Roberto Rodríguez Marchena].

Artículo escrito por Maximo Jimenez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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