Que no quepa la menor duda: Roberto Cavada es un hombre-macho-masculino. Orgullo (y orgulloso) de Cuba, que conoce sus deberes fuera de la gran pantalla chica. Padre primerizo que anda recorriendo el mundo, recibiendo bendiciones del mismísimo Papa Francisco y disfrutando de otras menudencias del Vaticano y estados mayores.
El primogénito se llama Roberto Ángel (no confundir con el ex Primer Niño de la Ciudad, padre de Sofía y Miranda, esposo de Johanna, hijo del alcalde Roberto y doña Angélica) y goza de una salud envidiable, y más adelante, con toda una vida por venir, mostrará a sus compañeros de escuela estas fotos que sin sonrojarse publica su padre en Instagram y demás redes existentes y por inventarse.
En la imagen solo se ven sus manos (y para que más): Cavada en plenas atenciones hogareñas, cambiando los pañales al risueño Roberto Ángel, que ríe en plan de burla de lo que está aconteciendo en la privacidad que su padre ha querido compartir con el mundo. Le daremos el beneficio de las dudas, y no creeremos que sea un guiño publicitario a #pampers, que de intercambios Mr. Cavada no es muy partidario. Ya no.
Venga, que no es tampoco una novedad al estilo de las Kardashiam ni mucho menos de la Hilton y el tan de moda Piqué. Ya le hemos visto dándole su respectiva compota al muchachito, porque Cavada está padrísimo, puro cubano-dominicano muy interesado en que Roberto Ángel conozca los sabores tropicales de la zanahoria y la tayota. «Tremenda experiencia», escribió en ese entonces el autodenominado «Hombre noticias» de Telesistema. Tremendos sabores, dirían los detractores de la tayota.
Y gracias a la magia y las enredaderas comunicaciones de las redes sociales, esperamos seguir viendo crecer a Roberto Ángel Cavada, ese muchachote de pura cepa, envidia de Shakira y Piqué, próximo big-leaguers que honrará la estirpe de sus padres.
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