Me senté al piano, me confesé y empecé a escribir esta nueva historia llamada Elypse”. Así describe Mario Domm el final de un receso de año y medio gracias al cual pudo encontrar razones para no abandonar el escenario. “Había perdido contacto conmigo mismo; pensé que nunca más iba a grabar un álbum”, confiesa. Allí radica la honestidad y fuerza de una obra de alto nivel conceptual que, desde su título, le da la vuelta a los clichés evitando la obviedad, situándose en la vanguardia de la música latina.
Tercero en estudio, se trata de un trabajo creado a cuatro manos y una voz, que ha sabido mutar cumpliendo la eterna premisa del talento: superarse frente al reto. “Lo que hemos hecho en ocho años es algo que merece seguir vivo”, dice Pablo Hurtado al recordar momentos de incertidumbre.
Un mensaje que se completa con las palabras de Domm: “¿por qué arreglar algo que no está roto?”. Y acertaron al seguir adelante. Se comprueba presenciando esa hermandad en la que uno comienza una frase y el otro la termina; viendo el video de su primer y rabioso sencillo, “Decidiste dejarme”, poderosa balada envuelta por el fuego que los muestra más decididos que nunca.
Mario y Pablo. Pablo y Mario. Dos amigos que, después de evaluar las condiciones de su proyecto y aceptarse irremplazables, supieron diseñar rumbos distintos reinventándose en una nueva banda con el mismo nombre: Camila. Dos intérpretes que decidierondetenerse, reflexionar tras el éxito de “Todo cambió” y “Dejarte de amar”, obras multipremiadas que los llevaron al límite y tras las cuales vino una introspección, una catarsis obligada.
“Después de dos giras nos dimos cuenta de que el pasado ya no era nuestro”, comenta Mario. “El destino nos obligó a desapegarnos de un sonido que no podía durar para siempre”.
En plan de juego, preguntamos no a qué suena sino qué color tiene “Elypse”. “Su color es el rojo”, propone Mario rápidamente. “Su textura es rasposa”, concuerdan ambos. A la vista es “como un chorro de luz cayendo sobre un paisaje pintado en un gran lienzo”, dispara Domm.
Hablamos de doce canciones pop infectadas por lo mejor del rock, el blues, el funk, la electrónica, el dubstep, el clásico y hasta el cancionero de cantina, pero desde una madurez distinta. Doce temas que, unidos con sofisticación cinematográfica, se nutren de muchos nombres valiosos.
Por un lado están los arreglos que el connotado compositor español de soundtracks Roque Baños (Evil Dead, El maquinista, Alatriste) escribiera para la Pro Arte London Orchestra; por el otro, programaciones que aceleran el pulso a cargo de Ricky Luna, Stéphane Lozac’h y Olivier Visconti.
Igualmente pesan las piezas que ganan músculo con la participación de ejecutantes salidos de las filas de Prince, Jane’s Adiction y Nine Inch Nails (Michael Bland, Paul Peterson, Chris Chaney, Josh Freese), así como la inteligencia de plumas que se suman a la efectiva poesía de Mario (Mónica Vélez, Lauren Evans, Vicente García, Carlos Murguía, Paolo Prudencio, Edgar Oceransky y Paulyna Carraz).
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