¿Qué hará el presidente Danilo Medina para que la reelección no se equipare a una entrada arrasante del mar en las finanzas públicas? ¿Cuáles son los controles creíbles y consistentes que se aplicarán para trazar una línea de Pizarro entre los bienes públicos y los privados?
¿Será la reelección una suerte de pesca con chinchorro en la que entran todos sin excepción?
¿Veremos algún tipo de control de ambiciones sobre quienes han apostado al continuismo por intereses muy personales?
¿Habrá apoyo político para aquellos que creen en líneas programáticas, en metas y en hacer las cosas bien pensando en los intereses del país?
¿O prevalecerá la filosofía de la piñata bajo la cual las instancias del Gobierno son repartidas como feudos privados, sin exigir resultados ni demandar desempeño eficiente?
¿Cuál es la apuesta del presidente Medina para un próximo período? ¿Con qué nos convencerá? ¿Las visitas solidarias al campo seguirán siendo el eje de su gestión?
¿Estará en disposición de armar un gran consenso para hacer lo que realmente nunca se ha hecho, comprometiéndose con reformas estructurales profundas pendientes desde hace años?
¿Seguirá o no aplazándose el ajuste que demanda la economía para sanearla y ponerla a vivir en su realidad, fuera de las burbujas y las magias estadísticas?
¿Viviremos algún proceso de reforma institucional sobre todo para eliminar las duplicidades en el aparato estatal? ¿Qué nos ofrecerán Medina a favor de un régimen de competencia, con estrictas regulaciones de mercado que eleven la calidad de vida de la gente?
¿Qué haremos con el vergonzante servicio de transporte en todas sus expresiones, que es caro, costoso, malo, retardatario y anti-competitivo? ¿Dará un paso más allá en educación haciendo algo más que construir escuelas? ¿Tendremos algo más en la salud que remodelar o reconstruir hospitales?
¿Nos presentará caras nuevas en los lugares claves de grandes tomas de decisión en el Gobierno, donde hay funcionarios vegetando, rumiando su día a día, sin creatividad, aburridos, bostezando y anquilosados desde hace más de una década?
¿Tendrá el presidente Medina capacidad de autocrítica sobre la gestión que está concluyendo? ¿Valdrá la pena la reelección?
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