Admito que estas aspiraciones podrían quedarse en simples palabras arrasadas por el viento, partiendo de razones axiomáticas propias de nuestra cultura política, pero de todos modos las expongo para que, por lo menos, sirvan de catarsis colectiva.
En un próximo gobierno yo aspiro a ver convertidos en hechos los siguientes aspectos vitales, para poder decir que vivimos en un país y no en un paisaje:
–Reforma fiscal integral: Un Estado que no viva “cheliando” y pagando deudas; que disponga de recursos holgados para ofrecer con eficiencia los servicios públicos esenciales, bajo una conducta transparente, frugal, con rendición de cuentas y consecuencas drásticas a la distracción de fondos públicos.
-Sistema de transporte decente: El fin del caos en las calles a través de soluciones de movilidad colectiva con tres o cuatro nuevas líneas de metro; pacto con transportistas privados para operaciones de rutas con un sentido de servicio al más alto nivel, admitiendo la competencia y aplicando regulaciones sin genuflexión en las vías públicas.
–Administración pública competitiva: Un Estado que atraiga el talento, a personas capacitadas, comprometidas y bien remuneradas, sin tomar en cuenta bandería política, credo o preferencia sexual, creando un marco de competencia de capacidades y elevando el nivel gerencial en la administración estatal.
-Agua y luz: No se trata del teatro ni de los teatreros agraciados que lo reconstruyen. Es universalización del suministro de agua potable, de calidad, con lo cual eliminaríamos decenas de patologías que postran a este país. Es provisión de electricidad en forma continua hasta el más apartado rincón de la nación, para enterrar la verguenza de haber llegado al siglo 21 con apagones.
-Régimen de competencia: Rompimiento mediante regulación de los esquemas monopólicos, oligopólicos, castigo a las colusiones y a los carteles que atentan contra la calidad de vida, que nos empobrecen y hacen que la economía sea excesivamente cara, atentando contra el ahorro como la base del desarrollo, de la inversión, del resguardo futuro.
¿Sueño? Es probable. Ojalá todos soñemos, pues podría formarse una masa crítica de soñadores para el cambio.
Comentarios