En una defensa del legado histórico de los ajusticiadores del dictador Rafael Leonidas Trujillo, el programa «Para contarlo», conducido por la periodista Camila García, presentó un reportaje exclusivo en el cual los familiares directos de los héroes del 30 de mayo desmontan las «versiones difamatorias» incluidas en documentos recientemente desclasificados por la CIA.
Eduardo García Michel, Pilar Amiama, Eduardo Domínguez Imbert, Roberto García Díaz y Oscar de la Maza, descendientes de figuras centrales en la caída de la dictadura, ofrecieron sus testimonios para rechazar los alegatos que, «sin contexto ni fundamento», buscan manchar la memoria de quienes ofrecieron su vida por la libertad del pueblo dominicano.
«Existe un vacío grande en la población de conocer qué realmente fue la época de Trujillo, el tiranicidio, cómo se manejaban las cosas, hasta dónde llegaba el don de la maldad», dijo Pilar, la hija de Luis Amiama Tió, quien también desmintió la versión de que su padre y Antonio Imbert Barreras tuvieron algo que ver con el asesinato de las Hermanas Mirabal.
Los archivos desclasificados en marzo detallan la «Operación Emmadd», presentada como un plan de la CIA para intervenir en República Dominicana en los años 60. Sin embargo, los testimonios del reportaje evidencian graves imprecisiones, como acusaciones falsas, insinuaciones de motivaciones personales y versiones que provienen de torturadores del régimen, como Clodoveo Ortíz, cuya credibilidad es nula por su historial criminal y métodos infames.
«Un demonio, un demonio atribulado, un engendro del mal, un hombre dedicado a hacer daño a sus semejantes, a asesinar mujeres», describió García Michel a Ortíz.
Los participantes subrayan que estas versiones reeditan viejas infamias promovidas por sectores vinculados al régimen o por neotrujillistas que buscan reescribir la historia. Además, revelan cómo muchos de sus familiares fueron víctimas de torturas, asesinatos y persecuciones, sin que jamás buscaran beneficios personales, y desmienten las calumnias que los acusan de lucrarse de la memoria histórica.
«Salen de la mente fértil de una persona enfermiza, porque todos los miembros del SIM tenían que ser personas enfermas mentales», expresó De la Maza refutando un fragmento del informe donde se acusa a su tío Antonio de la Maza de golpear a Robert Reid Cabral y agredir sexualmente a su esposa la noche del ajusticiamiento.
«Nosotros somos herederos del sacrificio, no de privilegios», afirmó Domínguez Imbert, quien narró cómo su padre sobrevivió atentados y perdió a su familia años después del ajusticiamiento. Aseguró que para que el plan del grupo político hubiese tenido éxito, tenían que haber matado a siete personas más, incluyendo al expresidente Joaquín Balaguer.
«En conversaciones con mi padre, yo le decía, oye, a final de cuenta, ustedes lo que eran, eran un mardito’ loco’!», dijo en un segmento del reportaje. «Decir que nuestros padres actuaron por venganza o intereses particulares es una infamia que solo prospera por la ignorancia y la desmemoria», sostuvo García Michel.
Los familiares también enfatizaron el vacío educativo que impide a las nuevas generaciones comprender la magnitud de la dictadura y el valor de quienes la enfrentaron. Llamaron a reforzar la enseñanza de la historia reciente y a honrar el Día de la Libertad como símbolo de lucha contra el totalitarismo.
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