El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, advirtió hoy de que los robos que protagonizan los jóvenes de los barrios pobres de las ciudades dominicanas no responde al deseo de sustentar sus vicios, sino al de comprar el calzado deportivo de moda.
«Los tenis (calzado deportivo) se están convirtiendo en imágenes de prosperidad, liderazgo y progreso entre los jóvenes de los barrios pobres de las ciudades dominicanas», y los jóvenes roban para poder adquirirlos, señaló Domínguez Brito.
El procurador, explicó que «aunque parezca absurdo, esa es la percepción que tiene la juventud dominicana de los sectores de menores ingresos, y hay que prevenirla a través de un cambio cultural y educativo».
El principal representante del Ministerio Público habló hoy con periodistas tras pronunciar una conferencia sobre lavado de activos, en la Universidad Abierta para Adultos de la provincia de Santiago.
De su lado, el sicólogo y catedrático universitario Andrés Genao, dijo en declaraciones a los medios de comunicación, que lo expresado por el procurador general de la República «tiene mucha lógica, porque es la realidad que impera entre muchos jóvenes.»
«En los barrios viven personas de posiciones económicas muy malas, otras las tienen regulares, pero también las hay que las tienen aceptables para vivir una vida acorde y esas mezclas se convierten en caldos de cultivos para la delincuencia», expresó.
Genao lamentó que en ciertos segmentos de la sociedad dominicana se ha creado una cultura de que «el que nada tiene, nada vale y eso provoca tentaciones entre algunas personas, sobre todo jóvenes», observó.
«Un muchacho de 15 a 18 años, cuyos padres tienen mejores posibilidades económicas, le compran un par de tenis de un valor de cuatro a cinco mil pesos, y provoca a los más pobres, que se sienten humillados; incluso muchas chicas fijan sus miradas hacia ellos, sin importar que físicamente sean más feos que los que no los pueden comprar», indicó.
El profesional de la conducta humana declaró que «muchas veces, esos jóvenes pobres se organizan, planean robos, atracos para comprar ropa y calzado, sobre todo tenis, y colocarse al mismo nivel de sus vecinos cuyos padres tienen posibilidad de costearles ese calzado.
La Dirección Cibao Central de la Policía Nacional y organismos que trabajan con la seguridad pública de Santiago, informaron de que la mayoría de las personas que despojan a ciudadanos de carteras, teléfonos móviles, joyas y otras pertenencias de valor son jóvenes con edades entre 15 a 23 años.
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