Como forma de contribuir a su preservación, el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) inició la siembra de la Rosa de Bayahíbe, la Flor Nacional, en diferentes zonas de áreas verdes de la capital.
El proceso de siembra de la especie de la familia cactácea endémica es llevado a cabo por brigadas especializadas de la secretaría de Gestión Ambiental, y que es reproducida en uno de los viveros con que cuenta el cabildo.
La Rosa de Bayahíbe está en amenaza de extinción, por lo que el ADN se unió a los sectores que luchan por la conservación y protección de esta especie que es uno de los pocos cactus con hojas.
Entre los puntos donde esta especie ha sido sembrada figuran las isletas situadas en las intersecciones de las avenidas 27 de Febrero con Winston Churchill, y 27 de Febrero con Tiradentes, así como en Los Farallones, en el kilómetro 12 de la autopista de Las Américas.
Junto a la Rosa de Bayahíbe, las brigadas del cabildo llevan a cabo la siembra de otro tipo de especie como parte del proceso reforestación iniciado a partir del inicio del período de lluvia.
La Rosa de Bayahíbe, La Pereskia quisqueyana, fue descubierta en 1977 por el botánico francés Alain Liogier en Bayahíbe, hoy distrito municipal de la provincia de La Altagracia, y declarada especie nueva para la ciencia en 1980.
En Bayahíbe le llama mata de chele porque el fruto tiende dentro una forma de monedita.
La Rosa de Bayahíbe fue declarada por el Congreso Nacional como Flor Nacional mediante la Ley 146-11 en sustitución de la flor de caoba.
En cumplimiento al artículo 4 de esa ley, el Banco Central anunció que a partir del 1 de octubre de este año estará circulando la nueva familia de billetes, que incorpora a la Rosa de Bayahíbe en el papel moneda.
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