- La construcción de confianza es la base del trabajo en equipo y de las relaciones provechosas. Los acróbatas ponen sus vidas en las manos de sus compañeros, y estos, conscientes de su responsabilidad, responden a la altura de las expectativas. Un segundo de distracción, de duda o vacilación es la diferencia entre la vida y la muerte de los acróbatas, el éxito o el fracaso, quedar enteros o desnucarse. Pasa en los negocios, en el arte, en el hogar y prácticamente en cualquier relación que trascienda. Por algo el Cirque du Soleil es un caso de estudio de trabajo en equipo.
- Reinvención y sorpresa: para mí, la esencia del Cirque du Soleil. Ellos reinventaron el circo como espectáculo y como negocio; se reinventan a sí mismo constantemente, y una sorpresa desplaza a otra cada nanosegundo. Sus ejecuciones extremas son más rápidas que la vista. ¿No te parece a ti también que esta es la clave de los negocios exitosos en estos tiempos de cambios trepidantes? Reinvención y sorpresa, ese es el dueto: ese es el reto.
- La creatividad impulsada por la diversidad. Cirque du Soleil es una compañía de origen canadiense, pero hace tiempo que es global, pues cuenta con la participación de los mejores talentos del mundo, destacándose entre ellos los asiáticos. Gente de occidente y oriente se juntan para hacer posible lo que solo la diversidad hace posible. Tan solo la participación de un ingeniero en un grupo de humanistas o viceversa puede darle un giro inesperado a un producto, servicio o experiencia.
- El cuerpo humano (el cerebro humano) con entrenamiento es capaz de todo (casi todo). Valgan las contorsiones extremas como pruebas.
- Si le das participación al público, tu historia mejora. Vale para todo: para las empresas, una clase o una presentación. Los del Cirque son estrellas haciendo al público parte del elenco y de la historia que cuentan.
- Los cierres siempre tienen que ser espectaculares. En todo, en el circo, en un discurso o en un documento. Puede ser que termines con fanfarria o con degradación, con piano o pianissimo, con víctores o susurros, pero siempre, siempre, debemos mandar al público a su casa con la mejor sensación posible. No permitas que al final se te caiga el show con una despedida predecible.
- Todo se puede poetizar. Las viejas ideas del circo con fieras y domadores, hombres que tragan fuego o que son atravesados en sarcófagos, y de todas esas experiencias salen ilesos, dan paso a danzas aéreas, entre parejas que tiernamente se envuelven en tules, creando momentos sublimes, sensuales y emotivos, porque donde no hay emoción, no hay auténtica comunicación.
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