22/11/2024
Opinión

El zar Vladimir Putin

Vladimir Putin es un personaje oscuro dentro de la historia rusa.

De origen muy humilde inició su carrera política a partir de su membresía en los servicios de seguridad soviéticos, antigua KGB.

Putin en su momento fue asignado a la Alemania Oriental en su tiempo bajo tutela de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas –URSS-.

Lanzado al ruedo político por el fenecido Boris Yeltsin a la sazón primer presidente electo de la República Rusa, tras la desaparición de la URSS, Vladimir Putin ha sabido ganar elección tras elecciones, hasta mantenerse en el poder de manera cuasi autoritaria desde el año 2000.

Putin, llamado sarcásticamente Zar de Rusia por sus críticos debido al poder que ha acumulado desde el año 1999 cuando llegó a la presidencia de su país de manera provisional ha creado un entramado económico mafioso que limita el desarrollo de esa nación desde la óptica capitalista.

De ahí que dentro de las sanciones establecidas por Estados Unidos a Rusia producto de su anexión de Crimea está un banco vinculado a Putin, el Rossiya administrado por aliados del poderoso Presidente.

Además de acumular gran poder político y económico Vladimir Putin tiene como propósito resarcir el honor ruso desbancado desde la desaparición de la Unión Soviética bajo el lema de protección a los rusófilos donde quiera que residan.

Sin que se dieran cuenta en la Rusia de Putin y Medvedev, la mayoría de países ex soviéticos se fueron afiliando a la OTAN lo que tardío está siendo enfrentado por el poder ruso con medidas fuera de la ley internacional pero al fin y al cabo con justificación del Zar Putin.

La guerra con Georgia que arranco para beneficio de los rusos ciudades como Abjasia y Osetia del Sur, la Transdnistria en Moldavia, Besarabia en Rumanía y Donest y Dostan en Ucrania, así como la anexión de la Península de Crimea son el mejor ejemplo de la actitud proteccionista de Rusia hacia sus ciudadanos de origen que conviven en naciones europeas afiliadas a Occidente.

La última intervención rusa ahora en Siria es parte del poder que ha adquirido Putin en Rusia el cual no tiene limitaciones en tanto busque mejorar la imagen de esa potencia en declive ante un mundo cada día más cambiante.

Claro, económicamente Rusia, Putin y Medvedev no están en condiciones de mantener el costo de bombardeos en Siria cuando se sabe que la economía de la patria de los zares anda tan mal que podría colapsar en cualquier momento llevándose por el camino a los nuevos dueños de las tierras del Oso Polar europeo.

Artículo escrito por Marino Ramirez

Marino Ramírez es periodista, participa como comentarista político en varios programas de televisión.

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